La salud en Colombia enfrenta un panorama cada vez más crítico, marcado por una serie de desafíos estructurales que amenazan la eficiencia y la equidad del sistema. Recientemente, la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax (Acnct) ha lanzado una alerta preocupante sobre la creciente escasez de medicamentos esenciales para el tratamiento de diversas afecciones respiratorias graves que requieren atención prioritaria.
El 3 de enero, la asociación emitió un comunicado donde expresa su alarma ante esta situación, a la cual se suma retrasos en la entrega de la terapia biológica para el asma grave, y tratamientos para la hipertensión pulmonar y la fibrosis pulmonar.
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Según el comunicado, “la continuidad en la disponibilidad de medicamentos básicos debe ser pilar fundamental de un sistema de salud equitativo y eficiente. (...) La falta de acceso a estos tratamientos representa un riesgo para la salud de miles de colombianos, especialmente de aquellos en situaciones de mayor vulnerabilidad”, destacó la entidad científica.
En un país donde la atención a los pacientes enfrenta serias limitaciones, agravadas por una infraestructura insuficiente y una gestión deficiente del sistema de salud, los médicos hicieron un llamado urgente a las autoridades competentes para resolver el problema y evitar mayores afectaciones.
“(...) a las autoridades competentes, incluyendo al Ministerio de Salud y Protección Social, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y las entidades responsables de la distribución y disponibilidad de medicamentos, para que tomen medidas inmediatas y efectivas que garanticen el suministro oportuno de estos insumos esenciales”. La ACNCT ha reiterado su disposición para colaborar en el diseño de soluciones que superen esta crisis, siempre con el objetivo de proteger y salvaguardar la salud de los pacientes que dependen de estos medicamentos.
La UPC y su impacto en el Sistema de Salud
En paralelo a la crisis de medicamentos, el sistema de salud colombiano enfrenta otro desafío significativo con la reducción de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) para 2025. El Ministerio de Salud anunció un aumento del 5,36% correspondiente al valor de la UPC; sin embargo, los expertos argumentan que este ajuste es insuficiente y no compensa los desafíos estructurales que enfrenta el sistema.
El Grupo Interdisciplinario de Exministros y Exviceministros de Salud y Protección Social señaló que este ajuste representa una medida irresponsable y carente de sustento técnico, afectando gravemente las condiciones operativas de los actores del sector, incluyendo aseguradoras, hospitales, clínicas y trabajadores de la salud.
“El ajuste de la UPC no solo refleja una incapacidad administrativa, sino que también podría tener consecuencias negativas para el 60% de la población colombiana que está afiliada a las EPS intervenidas”, indicó el grupo en un informe reciente. Los expertos advierten que los principales perjudicados serán los usuarios y pacientes, quienes enfrentan mayores dificultades para acceder a los servicios de salud, así como mayores riesgos para su bienestar.
Según los análisis, este ajuste podría agravar la crisis ya existente en el sistema de salud, aumentando las demandas de tutela y quejas, y llevando al cierre de clínicas y cancelación de servicios médicos. La gestión inadecuada de la información es otro punto crucial mencionado, ya que es clave para un cálculo adecuado de la UPC, lo que ha contribuido a una decisión insostenible.
El grupo de exministros y exviceministros llamó al Gobierno a reconsiderar la medida y a definir una UPC que garantice la sostenibilidad del Sistema de Salud, asegurando así que los afiliados reciban la atención médica y protección económica que requieren; pues la crisis actual exige una gestión más transparente, eficiente y orientada a resolver los problemas estructurales que afectan a millones de colombianos.