La situación de orden público en Aguachica se ha deteriorado significativamente, especialmente tras la reciente masacre de la familia pastoral Lora Rincón.
Este hecho, que conmocionó a la comunidad, ha puesto en evidencia la presión que ejercen las organizaciones criminales sobre los habitantes, incluidos comerciantes y miembros de la iglesia cristiana evangélica.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
El jueves 2 de enero de 2025, durante el sepelio de los pastores Marlon Yamith Lora, Yurlay Rincón y su hija Ángela Natalia, varios asistentes recibieron llamadas extorsivas simultáneamente. En estas comunicaciones, los delincuentes exigían dinero bajo la amenaza de atacar a los fieles y a sus familias.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Aguachica, Isaac Olguín, denunció que ha sido blanco de amenazas constantes por parte de grupos criminales que operan en esta región del departamento del Cesar. Entre las intimidaciones se incluyen mensajes de texto, llamadas telefónicas y mensajes a través de WhatsApp, en los que se le exige detener las operaciones contra las estructuras delictivas que afectan a la comunidad.
El funcionario manifestó en medio de una entrevista con El Pilón que pese a las numerosas amenazas en su contra, respalda las operaciones de la Policía Nacional para combatir a las estructuras delictivas que operan en Aguachica.
“Sabemos que este oficio conlleva riesgos, pero el amor por nuestra tierra supera los miedos. Hemos hecho un esfuerzo por garantizar la seguridad con caravanas, caminatas y operativos, logrando importantes capturas en coordinación con la Policía y la Fiscalía. Sin embargo, esto ha incomodado a quienes violan la ley”, comentó Olguín al medio citado.
Hay que destacar que, el secretario cuenta con el acompañamiento de la Policía para garantizar su seguridad personal. Sin embargo, señaló que la Unidad Nacional de Protección (UNP) no le ha proporcionado medidas adicionales para salvaguardar su integridad, lo que agrava su situación de riesgo.
“Seguimos con precaución, orando y confiando en Dios y en los amigos que siempre están atentos a informarnos de cualquier situación”, puntualizó el funcionario.
La masacre de la familia pastoral y las amenazas recibidas durante su sepelio han puesto en el centro del debate la necesidad de fortalecer las estrategias de seguridad en Aguachica. Mientras tanto, líderes como Isaac Olguín enfrentan una doble lucha: por un lado, combatir a las organizaciones criminales y, por otro, protegerse de las represalias que estas mismas estructuras ejercen contra quienes intentan frenar sus acciones.
Este panorama refleja la creciente inseguridad que vive Aguachica, donde las bandas criminales han intensificado sus actividades de extorsión y violencia.
Las autoridades locales, con el apoyo de la Policía Nacional, buscan recuperar el control y garantizar la seguridad de los ciudadanos, aunque el camino hacia la estabilidad parece estar lleno de desafíos.
Críticas y dudas sobre la efectividad de las autoridades
El hecho de que la masacre ocurriera cerca de una estación de policía ha generado cuestionamientos sobre la efectividad de la seguridad en la zona. Según reveló Blu Radio, los sicarios llegaron al restaurante en una motocicleta y abrieron fuego contra la familia poco después de que el pastor hubiera terminado una predicación. Este tipo de ataques, perpetrados con una planeación meticulosa, suelen ser difíciles de prevenir, según explicó el coronel Chamorro.
La masacre puso nuevamente en el foco la problemática de la violencia en el departamento del Cesar, donde los grupos armados ilegales y las bandas criminales han incrementado sus actividades en los últimos años. Las autoridades locales, en un esfuerzo por obtener información que permita capturar a los responsables, ofrecieron una recompensa de hasta $50′000.000 a quienes aporten datos clave para la investigación.