Presidente Petro informó sobre la importante incautación de cocaína que se logró en pacifico colombiano

En un operativo conjunto que abarcó territorios de Colombia y Ecuador, las autoridades lograron incautar un total de 2,2 toneladas de cocaína, según informó el presidente Gustavo Petro a través de su cuenta de X. Este esfuerzo incluyó acciones en varias regiones estratégicas, como San José del Guaviare y Magüí Payán, en el departamento de Nariño, así como en aguas del suroeste de Manta, Ecuador. Las operaciones, que involucraron tanto a las fuerzas armadas colombianas como a organismos de inteligencia, también resultaron en la captura de dos presuntos integrantes de grupos armados ilegales y la muerte de otro en enfrentamientos.

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De acuerdo con la información del mandatario colombiano, en el municipio de Magüí Payán, ubicado en el departamento de Nariño, se registró un enfrentamiento entre el ejército colombiano y miembros de la Segunda Marquetalia, una de las disidencias de las extintas Farc. Durante este combate, dos personas fueron detenidas y un tercero perdió la vida.

En paralelo, en la zona conocida como El Morro, en el municipio de San José del Guaviare, las fuerzas armadas localizaron y destruyeron un laboratorio clandestino utilizado para el procesamiento de estupefacientes. Según las autoridades, este laboratorio pertenecía a una estructura criminal liderada por “Iván Mordisco”, uno de los cabecillas más buscados de las disidencias de las Farc.

Además, en una operación marítima llevada a cabo en el suroeste de Manta, Ecuador, la Armada Colombiana, en colaboración con organismos de inteligencia, logró la incautación de 1.560 kilogramos (3.439 libras) de cocaína. Este cargamento, que se presume estaba destinado al tráfico internacional, refuerza la conexión entre las redes criminales que operan en ambos países.

En total, concluye el presidente, las acciones de las últimas 24 horas permitieron la incautación de 2,2 toneladas de cocaína, lo que representa un duro golpe a las finanzas de las organizaciones criminales involucradas en el narcotráfico. Según las autoridades, estos operativos forman parte de una estrategia más amplia para desarticular las estructuras delictivas que operan en la región y que representan una amenaza tanto para la seguridad nacional como para la estabilidad de las comunidades afectadas.

La región del Guaviare y el departamento de Nariño han sido históricamente puntos críticos en el conflicto armado y el narcotráfico en Colombia. La ubicación estratégica de estas zonas, que facilita el transporte de drogas hacia la costa del Pacífico y, desde allí, hacia mercados internacionales, las convierte en territorios disputados por diversos grupos armados ilegales. En este contexto, las operaciones recientes no solo buscan debilitar las capacidades operativas de estas organizaciones, sino también enviar un mensaje claro sobre el compromiso de las autoridades en la lucha contra el crimen organizado.

El narcotráfico en Colombia continúa representando un problema de gran magnitud, con un incremento alarmante en la producción de cocaína y la persistencia de otras actividades ilícitas relacionadas. Según datos del Ministerio de Defensa, en 2023 la producción de clorhidrato de cocaína pura alcanzó las 2.664 toneladas métricas, lo que representa un aumento del 53% en comparación con las cifras de 2022. Este crecimiento está directamente relacionado con la expansión de los cultivos de coca, que abarcaron 253.000 hectáreas, un 10% más que el año anterior.

De acuerdo con los datos publicados, los departamentos más afectados por el cultivo de coca son Norte de Santander, con 40.084 hectáreas sembradas; Nariño, con cerca de 31.000 hectáreas; Cauca, con 25.221 hectáreas; Putumayo, con 22.041 hectáreas; y Antioquia, que también figura como una región clave en esta problemática.

Además de la cocaína, el tráfico de otras sustancias ilícitas sigue siendo una preocupación importante. En 2023 se incautaron 175,3 toneladas de marihuana, mientras que las autoridades también lograron decomisar 132,9 kilos de heroína. Sin embargo, el problema no se limita a las drogas.

Frente a este panorama, las autoridades colombianas han adoptado nuevas estrategias para combatir el narcotráfico. La Política Nacional de Drogas 2023-2033 busca replantear el enfoque tradicional de la lucha contra las drogas, priorizando el cuidado de la vida y la inclusión de las comunidades más afectadas por esta problemática. Este plan, que se extiende por una década, pone énfasis en la participación de las comunidades locales y en la necesidad de diseñar políticas que se adapten a las realidades específicas de cada región.

El Gobierno colombiano señala que esta nueva política representa un cambio de paradigma, alejándose de las estrategias punitivas que han caracterizado la lucha contra el narcotráfico en el pasado. En su lugar, se busca implementar medidas que promuevan el desarrollo social y económico de las comunidades, con el objetivo de reducir la dependencia de los cultivos ilícitos y ofrecer alternativas sostenibles a las poblaciones vulnerables.