Ciudadanos de la ciudad de Popayán, en el departamento del Cauca, están mostrando su inconformidad sobre una intervención policial que habría incluido un episodio de aparente abuso por parte de las autoridades.
A través de un video publicado en las redes sociales se evidenció que, en medio de una aparente inmovilización de vehículos, los uniformados estarían procurando neutralizar a un ciudadano con una pistola paralizante, también conocida como taser.
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La pieza gráfica fui difundida por la cuenta @veeduríapop. En ella se oye a la mujer que registra los hechos alegando a los policías que el uso de los dispositivos que emiten descargas eléctricas neutralizantes es “ilegal”.
“Venga, usted está usando el taser. Lo está usando. Eso es ilegal, ¿sí sabía?, ¿cómo lo va a hacer? Él —en referencia al ciudadano— no está usando la fuerza con usted", le dice la mujer a uno de los uniformados.
Este le contesta: “¿qué pasa? Lo puedo usar. ¿Ilegal?, ¿Por qué? Por eso, me toca usar la fuerza porque él no permite hacer el procedimiento“.
Entonces se percibe que el uniformado y otros más intenta usar el dispositivo con la mujer, mientras ella le pregunta : “¿Usted me va a electrocutar también?“. Mientras tanto se oyen otras voces de los uniformados que le piden a la mujer que reclama que permita que se haga el procedimiento y que no se excuse ”por ser mujer". Se oye decir: “¿Sólo por ser mujer se va a colocar de cansona?"
En el ir y venir de palabras se escucha la petición a la mujer de que “no interrumpa el procedimiento. Madre, por favor colabore”. Entonces se percibe el sonido de la descarga aplicada a la ciudadana denunciante y su queja de dolor.
En redes cuestionan la práctica policial
Tras publicado el video, los internautas decidieron dejar en los comentarios el asombro y el desacuerdo con la intervención de las autoridades y al manera con la que procedieron en contra de la denunciante.
“Se están asomando las manzanas podridas. Señor General William René Salamanca, la ética, el respeto por los derechos humanos los están tirando por la borda y de paso la Policía Nacional está quedando en entredicho”, fue uno de los comentarios.
Otros que se leyeron fueron: “Ya esto se está pasando y bueno...”; “La verdad la mayoría de los policías son un peligro con ese tasers y están perdiendo la oportunidad de contar con un elemento q sirve para salvar vidas hasta la de ellos en casos extremos. Muchachos adornados por usar ese aparato y ver sufrir la gente eso es tortura”.
El uso de los taser por parte de policías
El uso de armas menos letales, como las pistolas Taser, por parte de la policía en Colombia está sujeto a un marco normativo que prioriza la protección de los derechos humanos y la resolución pacífica de conflictos.
Según informó el Decreto 1231 de 2021, estas herramientas solo pueden emplearse en circunstancias específicas, siempre bajo los principios de proporcionalidad y contención, con el objetivo de minimizar el impacto sobre la población civil y evitar abusos en el uso de la fuerza.
De acuerdo con el Decreto 1231, las pistolas Taser y otras armas menos letales están autorizadas para situaciones en las que sea necesario controlar a una persona que represente un peligro para sí misma o para otros.
Sin embargo, su uso debe estar estrictamente justificado y ser proporcional a la gravedad de la situación. Este enfoque busca garantizar que los agentes del Estado actúen de manera responsable y que las intervenciones policiales no excedan lo necesario para resolver un conflicto.
El decreto establece un marco claro para el uso de la fuerza por parte de los agentes, priorizando siempre el diálogo y la negociación antes de recurrir a cualquier tipo de arma.
Otro aspecto clave del Decreto 1231 es la capacitación obligatoria para los agentes que utilicen armas menos letales. Según lo estipulado, los policías deben recibir formación específica para garantizar que su uso sea adecuado y se ajuste a las normativas vigentes.
Además, se establece que el uso de estas herramientas debe estar sujeto a supervisión constante, lo que permite monitorear su correcta aplicación y prevenir posibles excesos o abusos.
El principio de proporcionalidad, uno de los pilares del decreto, exige que los agentes evalúen cuidadosamente cada situación antes de decidir el nivel de fuerza necesario. Esto implica que deben optar por la mínima fuerza requerida para controlar un incidente, evitando en todo momento el uso innecesario o desmedido de las armas.