Los dos síntomas tempranos de la demencia que no debe ignorar: reconocerlos podría mejorar su calidad de vida

Expertos aseguran que la detección temprana de los síntomas asociados al alzhéimer es un aspecto clave para proporcionar un tratamiento oportuno con miras a retrasar la enfermedad

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Factores como traumatismos craneales, sedentarismo
Factores como traumatismos craneales, sedentarismo y consumo excesivo de tóxicos incrementan el riesgo de desarrollar demencia - crédito iStock

La demencia es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas alrededor del mundo. Aunque no existe una cura definitiva, estudios recientes han destacado la importancia de reconocer los síntomas tempranos para tomar medidas preventivas que puedan ralentizar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Según la Mayo Clinic, la enfermedad de Alzhéimer, que representa la forma más común de demencia, causa una reducción progresiva en el cerebro, llevando a la muerte de las células cerebrales. “El alzhéimer no solo afecta la memoria, sino también el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales de una persona, lo que dificulta su capacidad para funcionar en la vida diaria”, explica el centro médico.

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Facundo Manes, neurocientífico y fundador del Instituto de Neurología Cognitiva de Argentina, destaca que cada tres segundos se diagnostica a una persona con esta condición en todo el mundo. Además, aproximadamente una de cada ocho personas mayores de 65 años enfrenta este diagnóstico.

Sin embargo, la detección temprana es crucial, ya que un diagnóstico precoz permite acceder a tratamientos y terapias que pueden ralentizar significativamente el progreso de la enfermedad.

Pérdida progresiva de la memoria: el primer síntoma

El alzhéimer, la forma más
El alzhéimer, la forma más común de demencia, causa una reducción progresiva en el cerebro y afecta memoria, pensamiento y comportamiento - crédito Imagen ilustrativa Infobae

Uno de los primeros signos reveladores de la demencia es la pérdida progresiva de la memoria. Este síntoma, aunque inicialmente puede parecer inofensivo y al que no muchos suelen ponerle atención, con el tiempo se convierte en un obstáculo significativo para las actividades cotidianas. El doctor Ramón Cristófol Allue, en entrevista con TopDoctors, explica que “la pérdida de memoria persistente y significativa es un indicador clave de demencia, a diferencia de los olvidos ocasionales asociados con el envejecimiento normal”.

Además, los traumatismos craneales, el estilo de vida sedentario y el consumo excesivo de tóxicos también son factores de riesgo que pueden acelerar el desarrollo de la enfermedad, según estudios recientes.

En contraste con lo anterior, el experto recomienda un consumo bajo/ moderado de alcohol, una dieta mediterránea basada en antioxidantes, vitamina E y C, y ácidos grasos insaturados. Además, precisa que, “practicar ejercicio de forma regular y ejercitar la mente también son actividades que disminuyen el riesgo a padecer demencia”.

Cambios en el comportamiento y el estado de ánimo: señales clave

Cambios en el comportamiento y
Cambios en el comportamiento y el estado de ánimo, como ansiedad o irritabilidad, son señales tempranas de la enfermedad - crédito Imagen ilustrativa Infobae

Las personas con demencia pueden experimentar episodios de confusión, ansiedad o irritabilidad sin una causa aparente, sumado a una disminución del interés en actividades sociales o hobbies. Según expertos, estos cambios reflejan una alteración progresiva en la percepción y respuesta a su entorno.

Lucía Madrigal, investigadora de la Universidad EAFIT, ha colaborado en estudios sobre las características genéticas que facilitan la manifestación temprana de la enfermedad, especialmente en municipios como Yarumal, Antioquia, donde la prevalencia de Alzheimer es alarmante debido a una mutación genética heredada.

El caso de Yarumal es un ejemplo impactante de cómo la genética puede influir en el desarrollo temprano de la demencia. Desde los años 80, Francisco Lopera y Lucía Madrigal han liderado investigaciones para entender mejor esta enfermedad y han identificado que la mutación genética en el gen de presenilina 1 puede causar alzhéimer precoz, permitiendo una intervención temprana.

El ejercicio regular no solo
El ejercicio regular no solo mejora la salud física, sino que también puede ralentizar el avance del Alzheimer al estimular la función cognitiva y proteger las células cerebrales - crédito Imagen ilustrativa Infobae

“Reducir el inicio de la enfermedad por cinco años podría disminuir en un 50% el número de casos futuros”, afirmó el doctor Lopera en su momento. Este enfoque ha abierto nuevas puertas en el campo de la investigación, mostrando la posibilidad de retardar los efectos devastadores del alzhéimer a través de tratamientos preventivos y personalizados.

Los especialistas coinciden en la importancia de adoptar hábitos saludables y subrayan la necesidad de acudir a evaluaciones médicas tempranas al detectar los primeros síntomas para un diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno. Reconocer los signos a tiempo permite implementar estrategias que mejoren la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus familias, fomentando una comprensión más profunda de esta compleja enfermedad.

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