El crimen ocurrió en Aguachica, un municipio del departamento de Cesar, y dejó como único sobreviviente a Santiago Lora Rincón, hijo de la pareja pastoral, quien fue gravemente herido tras recibir un disparo en la cabeza.
Sin embargo, el joven de 18 años falleció el 31 de diciembre de 2024 en la Clínica de Alta Complejidad de Aguachica. Su muerte se produjo mientras los cuerpos de sus padres y su hermana aguardaban en el cementerio local para ser sepultados.
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El sepelio de los tres integrantes de la familia se llevó a cabo el jueves 2 de enero en medio de una ceremonia religiosa en la iglesia Príncipe de Paz, donde familiares, amigos y miembros de la comunidad evangélica se reunieron para despedirlos. Según reportó Semana, los asistentes vestían de blanco como símbolo de paz y justicia, y portaban carteles exigiendo respuestas a las autoridades. Durante el acto, se entonaron alabanzas y se realizaron oraciones para pedir fortaleza a los allegados de las víctimas.
Sin embargo, el cuerpo de Santiago fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal en Bucaramanga, Santander, para la realización de la necropsia. Este procedimiento, según el medio, se extendió más de lo previsto, lo que obligó a que el sepelio de sus padres y su hermana se realizara sin esperar la llegada de su cuerpo.
Se espera que la velación del joven comience el viernes 3 de enero por la mañana y que su entierro tenga lugar ese mismo día en horas de la tarde.
Las autoridades colombianas intensifican las investigaciones para esclarecer la masacre que cobró la vida de los pastores evangélicos Marlon Yamith Lora, su esposa Yurlay Rincón y su hija Ángela Natalia, quienes fueron asesinados.
La inteligencia de la Policía Nacional, en colaboración con la Fiscalía General de la Nación, trabajan en la identificación de los responsables, apoyándose en información proporcionada por la comunidad.
El general Herbert Luigi Benavídez, comandante de la Regional 8 de la Policía Nacional, declaró al medio que se han recibido múltiples datos sobre los presuntos sicarios, incluyendo alias y detalles que podrían vincularlos a estructuras criminales. “Estamos corroborando esos alias para determinar a qué organizaciones pertenecen y establecer una correlación con los hechos. Además, buscamos confirmar las identidades con las imágenes que tenemos”, explicó el oficial.
Las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta 50 millones de pesos colombianos (aproximadamente 12.000 dólares estadounidenses) a quienes brinden información que permita capturar a los responsables.
Investigación apunta a la pareja de un narcotraficante como posible clave en este asesinato
Las autoridades han identificado un posible vínculo entre el crimen y la pareja sentimental de un conocido narcotraficante, lo que podría cambiar el rumbo de las pesquisas.
De acuerdo con el medio, la Policía Nacional y el CTI de la Fiscalía General de la Nación han centrado su atención en la presencia de una mujer, presuntamente vinculada sentimentalmente a un narcotraficante conocido como alias El Calvo, quien fue asesinado dos días antes del ataque en el municipio de El Banco, en el departamento de Magdalena. La mujer se encontraba en el mismo restaurante donde los sicarios abrieron fuego contra la familia, lo que ha llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de que el ataque estuviera dirigido a ella y no a los Lora Rincón.
El general Benavídez destacó que, tras la publicación de un cartel con las imágenes y características físicas de los presuntos responsables, se han recibido numerosas llamadas con información relevante.
La masacre de la familia Lora Rincón ha generado un fuerte impacto en el ámbito religioso y social del país, especialmente en la comunidad evangélica, que ha manifestado su solidaridad con los familiares de las víctimas y su rechazo a la violencia.