La fraudulenta posesión del máximo jefe del régimen en Venezuela, Nicolás Maduro, se convirtió en “una papa caliente” para el Gobierno del presidente, Gustavo Petro, por el alto costo que tendría en términos diplomáticos para Colombia no enviar algún delegado a la señalada posesión ilegal del sátrapa.
Aunque buena parte de los líderes políticos y de opinión en el país le están exigiendo al jefe de Estado que no asista a esa ceremonia en la nación hermana, porque se ratificaría de esta manera el timo electoral que perpetraron en 2024, expertos que consultaron en el informativo de televisión Noticias Caracol explicaron cuáles podrían ser las posibles consecuencias.
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Según el politólogo Pablo Quintero, el primer revés se daría con los servicios consulares tanto para los colombianos y venezolanos, más si se tiene en cuenta de que en el país residen más de un millón de ciudadanos de la nación hermana, y se acaba de superar la fractura de las relaciones por decisión del Gobierno antecesor del expresidente Iván Duque.
“Un aislamiento, como se vivió, o un rompimiento de relaciones diplomáticas y consulares afectan directamente a los colombianos en Venezuela y viceversa, entonces yo creo que estas cosas se tienen que considerar”, expresó el experto.
Mientras que Ronald Rodríguez, uno de los investigadores del Observatorio de Venezuela en Colombia, señaló que pese a lo complicado de esa encrucijada, se debía “mantener la relación”, aunque subrayó que un asunto distinto era “la simpatía política” que pueda tener el Gobierno Petro con Maduro.
Se debe recordar que el mismo mandatario, así como varios altos funcionarios de la actual administración nacional, dejaron entrever cierto apoyo al régimen en el hermano país cuando se llevaban a cabo las cuestionadas elecciones en julio de 2024.
Incluso el presidente llegó a decir durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, en septiembre de 2024, que Venezuela, junto con Cuba, eran “países rebeldes” víctimas de unas sanciones injustas por parte de las potencias mundiales.
“El 1 % más rico (permite) que se bloqueen económicamente a los países rebeldes, que no encajan en su dominio (...) necesitan mostrar su poder de destrucción al 99 % restante de la humanidad para que los dejen seguir dirigiendo el poder del mundo y apropiándose y acumulando cada vez más su riqueza”, sostuvo en esa ocasión.
Para Rodríguez este tipo de “discursos y formas” de Petro complican más una situación que requiere de “alta diplomacia” y sostuvo que pese a las controversias, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, le ha dado un mejor manejo en ese sentido.
En Noticias Caracol recordaron que el canciller ha considerado que un representante del Gobierno Petro debe asistir a la investidura de Maduro, aunque aclaró que eso no implicaba un reconocimiento a la fraudulenta reelección.
En todo caso, Murillo no es de buen recibo dentro del régimen en Venezuela, de hecho, el segundo funcionario en importancia dentro del chavismo, Diosdado Cabello, lo ha descalificado al punto de llamarlo “funcionario norteamericano” cuando el ministro declaró, previo a las elecciones en ese país, que se debía ir en una transición pacífica en la que el régimen reconociera a la oposición.
Las otros temas en juego
Ronald Rodríguez finalmente indicó que también estaban en juego los procesos de paz en los que Venezuela es garante, como es el caso de los grupos armados organizados del ELN y la Segunda Marquetalia de Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez,
Esto también incluye las actividades comerciales, aparte de las mencionadas afectaciones en los servicios consulares.
“El acceso a esos productos ayuda a la población venezolana que tiene problemas estructurales en acceso a bienes y servicios. Por ejemplo, hay niños, niñas y adolescentes que vienen a estudiar a Colombia, porque el sistema educativo venezolano está colapsado, pero también es la dinámica de mantener la frontera habilitada”, reiteró el experto en ese medio de comunicación.