Un hombre de 51 años permanece hospitalizado desde el pasado 8 de diciembre tras un incidente que ha generado indignación en la localidad de Suba, en Bogotá.
El ciudadano habría recibido dos disparos en las piernas por parte de un policía durante una riña ocurrida en el barrio Lisboa, según lo informó City Tv. El hecho, que fue parcialmente captado en video, ha sido señalado por la familia del afectado como un caso de abuso de autoridad.
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De acuerdo con el relato de Irene López, esposa del hombre herido, en conversaciones con el medio ya mencionado, el altercado comenzó dentro de un bar, donde su pareja, en estado de embriaguez, habría iniciado una discusión con los uniformados presentes.
Durante el enfrentamiento, el ciudadano agredió a uno de los policías con una botella, lo que, según López, provocó una respuesta desproporcionada por parte de uno de los agentes, quien disparó contra su esposo. La mujer cuestionó el uso de un arma de fuego en una situación que, a su juicio, pudo haberse controlado de otra manera.
“Claramente, es un abuso policial porque la botella que tenía mi esposo no se compara con un arma de fuego. Él soltó la botella y fácilmente hubieran podido controlarlo, sin necesidad de accionar el arma de fuego”, declaró López.
Además, denunció que los policías no prestaron los primeros auxilios al herido, quien permaneció tendido en la calle durante aproximadamente 20 minutos antes de ser trasladado al hospital de Suba por una patrulla.
El video del incidente, que ha circulado ampliamente, muestra al hombre en el suelo mientras la comunidad intenta auxiliarlo. Los vecinos del sector fueron los primeros en socorrer al afectado, ante la aparente inacción de los uniformados presentes en el lugar. Este detalle ha intensificado las críticas hacia el proceder de los agentes involucrados.
Por su parte, la institución policial se pronunció sobre el caso, asegurando que el uniformado señalado ya está bajo investigación. Aunque no se han revelado mayores detalles sobre el avance de las indagaciones, este pronunciamiento busca responder a las acusaciones de abuso de autoridad que han surgido tras el incidente.
Mientras tanto, el hombre herido continúa hospitalizado y enfrenta un proceso de recuperación que incluye la necesidad de una nueva cirugía. Su familia ha expresado preocupación por las posibles secuelas físicas que este hecho podría dejarle.
Polémica en Bogotá por agresión de una mujer policía a un joven que la grababa durante una requisa
Un incidente ocurrido en un parque de la localidad de Suba, en Bogotá, ha generado indignación y debate en redes sociales luego de que se difundiera un video en el que una mujer policía golpea repetidamente a un joven en la cabeza con su bolillo.
El altercado se produjo cuando el hombre utilizó su celular para grabar a la uniformada mientras esta realizaba un procedimiento de inspección. La situación escaló rápidamente, dejando en evidencia un posible caso de abuso de autoridad.
De acuerdo con el medio, los hechos tuvieron lugar cerca del CAI Rincón, donde la oficial y su compañero llevaban a cabo una requisa. En ese momento, uno de los jóvenes presentes decidió sacar su teléfono móvil para registrar lo que estaba ocurriendo.
Esta acción provocó una reacción airada por parte de la agente, quien exigió al hombre que dejara de grabarla. “Mire hacia allá, a mí no me esté tomando fotos”, expresó la uniformada, según se escucha en el video que se viralizó posteriormente.
La negativa del joven a detener la grabación desencadenó una respuesta violenta por parte de la policía. Según detalló Infobae, la oficial utilizó su bolillo para golpearlo en varias ocasiones en la cabeza, mientras insistía en que guardara el teléfono. A pesar de los golpes, el hombre intentó explicar que no estaba tomando fotografías, sino grabando el procedimiento. Sin embargo, esta aclaración no calmó a la agente, quien continuó amenazándolo con más agresiones si no obedecía sus órdenes.
En el video, que ha circulado ampliamente en redes sociales, se escucha a la uniformada decir de manera insistente: “A mí no me grabe, ni me tome fotos, ni nada por el estilo. A mí no me esté fotografiando (...) vaya y tómeselas con su madre, conmigo no”. Estas palabras, junto con las imágenes de la agresión, han generado una ola de críticas hacia el comportamiento de la oficial, que muchos consideran un abuso de poder.