Salario mínimo y estas decisiones de los bancos en enero de 2025 serán clave para el dinero que ganan los colombianos

Enero, como primer mes de 2025, marcará la pauta en la reactivación económica del país, lo que permitirá conocer el plan de gasto del Gobierno nacional y los ajustes en precios que llegan con el Año Nuevo. Además, será el mes en el que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asuma su cargo. Estos asuntos, con seguridad, impactarán el bolsillo de los colombianos.

Por eso, el equipo de economistas de Scotiabank Colpatria, en el tradicional reporte “Las 5 Económicas”, y teniendo en cuenta varios puntos importantes, puntualizó que enero y el primer trimestre suelen ser épocas de ajustes significativos en precios.

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Por ejemplo, el incremento del salario mínimo (de 9,54%) y la inflación al cierre de 2024 afectarán rubros como arriendos, transporte público y peajes. Se espera que la inflación de cierre de 2024 ronde el 5,2%, cifra que servirá como referencia para estas variaciones. Además, sectores como restaurantes y servicios ajustarán sus precios con base en el incremento salarial.

Al respecto, el equipo que lidera Jackeline Piraján analizó cómo cerró Colombia en materia económica 2024 y qué esperar en 2025. Indicó que Colombia finalizó 2024 con un balance de expansión económica en sectores como agricultura, sector público y entretenimiento. Además, que, a nivel de consumo, la demanda de bienes duraderos, como electrodomésticos y vehículos, mostró signos de recuperación en los últimos meses reportados.

“Estos resultados sugieren que la economía nacional dejó atrás la etapa más crítica de desaceleración y entró en una fase inicial de crecimiento, que por el momento es heterogéneo entre sectores, pero que en 2025 podría volverse más generalizado”, explicaron.

Y anotaron que en 2025, se espera que los hogares y empresas aprovechen un entorno de tasas de interés más bajas, estabilización de la inflación y un mayor apetito de consumo para retomar decisiones de inversión y compra postergadas.

Sobre la tasa de interés, que es lo que cobra el Banco de la República a las entidades financieras por la liquidez que les suministra mediante las operaciones de mercado abierto, la primera reunión del Emisor, programada para finales de enero, podría confirmar nuevas reducciones en el tipo de intervención, gracias a un panorama de inflación en descenso.

No obstante, esperan que el Banco de la República se mantenga muy vigilante de los riesgos internacionales y fiscales, así como de su impacto en los activos locales.

“La caída de las tasas aliviaría los costos de crédito y estimularía la inversión. Para 2025, se espera que las tasas de interés de referencia finalicen entre el 6,75% y el 7%, favoreciendo una recuperación económica sostenida”, enfatizaron.

El manejo fiscal será clave en 2025, tras un 2024 con recaudos tributarios por debajo de lo esperado. Sobre esto, los expertos anotaron que los retos incluyen ajustes en el presupuesto, planes de financiamiento y estrategias para incrementar ingresos, sin descuidar el cumplimiento de la regla fiscal (norma que establece que el límite de deuda es igual a 71% del Producto Interno Bruto (PIB) y el ancla de deuda es igual a 55% del PIB).

Por eso, insistieron desde la entidad que en enero será clave monitorear el anuncio de asignación presupuestal, luego que en diciembre el Congreso de la República rechazó la ley de financiamiento o nueva reforma tributaria.

De igual forma, los mercados estarán atentos al inicio de las subastas de deuda pública y al apetito que muestre el mercado en la demanda de los títulos.

El 20 de enero, Donald Trump asumirá como presidente de Estados Unidos, con lo que generará expectativas sobre políticas comerciales, tributarias y migratorias. “Estas decisiones podrían impactar el panorama geopolítico y las relaciones internacionales”, remarcaron los expertos de Scotiabank Colpatria.

Asimismo, resaltaron que, hacia finales de enero, la Reserva Federal (FED) discutirá de nuevo sobre tasas de interés, tras una reducción en diciembre y la expectativa de ajustes más moderados durante 2025.