En un duro pronunciamiento en sus redes sociales, el presidente de la República, Gustavo Petro, habló del hecho que enlutó al vecino país del Ecuador: en el que cuatro niños fueron asesinados después de ser detenidos por militares el 8 de diciembre de 2024. Un caso en el que estarían involucrados 16 uniformados, que fueron acusados por la justicia de los delitos de secuestro y desaparición, luego de los cadáveres de los menores fueran hallados en una zona pantanosa de la población Taura, cuando sus cuerpos fueron incinerados.
El jefe de Estado, a través de la red social X, no ocultó su indignación por lo sucedido con Steven Medina (11 años), Nehemías Arboleda (15), y los hermanos Ismael (15) y Josué Arroyo (14). Y comparó lo acontecido al otro lado de la frontera con casos similares en Colombia; en lo que podría ser entendido con lo ocurrido en la masacre ocurrida el 28 de marzo de 2022 en un bazar campesino en la vereda El Remanso, del municipio de Puerto Leguízamo (Putumayo), colindante con Ecuador; que dejó 11 víctimas, entre ellas un menor de edad.
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“Colombia ha visto esto que se narra aquí, una y otra vez: militares matando niños negros. Racismo y exclusión juvenil juntos. Será la justicia del Ecuador la que determine responsabilidades”, expresó el primer mandatario en su mensaje en la plataforma digital, con la que pidió que se haga justicia.
Del mismo modo, recordó el milagroso rescate de cuatro menores perdidos en la selva del Guaviare, tras el accidente de la avioneta HK-2803, de la que salieron ilesos y luego de 40 días de supervivencia, los hermanos Mucutuy: Lesly, de 13 años; Soleiny, de 9; Tien Noriel, de 4, y Cristin Neriman, de solo 1 año. Cuando la unión de las comunidades indígenas y los miembros de las Fuerzas Militares se juntaron para llevar una búsqueda profunda que, a la postre, dio con el hallazgo de los menores.
“Cuando en Colombia indígenas y militares se juntaron para recibir de la selva 4 niños para la vida, se marcó un nuevo destino entre las armas públicas y el pueblo: ahí es donde militares y pueblos se juntan. Es la Vida el puente de la unión”, acotó el jefe de Estado, al citar un reporte periodístico del funeral de los cuatro niños ultimados en Guayaquil: que fueron detenidos por uniformados después de un partido de fútbol y posteriormente encontrados calcinados cerca de una base de la Fuerza Aérea ecuatoriana.
El drama que sacudió al Ecuador
Luego de más de tres semanas de intensa búsqueda, la comunidad del barrio Las Malvinas, en el sur de Guayaquil, llevó a cabo el miércoles 1 de enero las exequias y el entierro de los cuatro niños desaparecidos, luego de haber sido detenidos por militares. Sus cuerpos fueron encontrados completamente calcinados en la zona de Taura, a 46 kilómetros de sus residencias.
Centenares de vecinos de Las Malvinas participaron en el sepelio y en el traslado de los féretros hacia el cementerio Ángel María Canals, ubicado en el populoso barrio del Suburbio, mientras coreaban consignas como “Queremos justicia”. Los dos hermanos Arroyo, según se conoció, hacían parte al equipo Sub-15 del club Richard Borja. “Regresa, tenemos que jugar”, expresó uno de sus excompañeros, visiblemente afectado por el asesinato de sus amigos, en un caso que estremeció a todo el país.
“Con base en los elementos de convicción expuestos por la Fiscalía, el Juez de la causa dicta prisión preventiva para los 16 militares procesados por presunta desaparición forzada”, expresó la el ente acusador del Ecuador, en sus canales oficiales, en relación con un lamentable suceso que tiene en entredicho a los miembros de la fuerza pública. Según el Código Penal en Ecuador, los presuntos implicados se exponen a una posible pena de hasta 26 años de cárcel.