En Colombia, el robo de celulares se ha convertido en uno de los delitos más comunes, afectando a miles de personas cada año.
Sin embargo, el impacto de este delito no siempre termina con la pérdida del dispositivo móvil, pues en muchos casos, los delincuentes aprovechan el acceso a la información personal contenida en los teléfonos para llevar a cabo otros crímenes, como el fraude bancario o la extorsión.
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Un reciente caso compartido por Natalia, una usuaria de TikTok, reveló cómo el robo de su celular se transformó en una experiencia traumática que incluyó la pérdida de dinero de sus cuentas bancarias y la violación de su privacidad.
El robo
El viernes 20 de diciembre de 2024, Natalia fue víctima del robo de su celular, un hecho que, según explicó en un video publicado en sus redes sociales, no la sorprendió, ya que es un delito que ocurre con frecuencia en su ciudad.
Ante la situación, inmediatamente intentó bloquear su tarjeta de banco, pues tenía configurado un sistema de pago mediante chip de contacto que, de ser usado por los ladrones, habría facilitado el acceso a sus fondos.
También bloqueó el teléfono, pero no tardó mucho en darse cuenta de que el robo no solo implicaba la pérdida del dispositivo, sino algo mucho más grave.
A las pocas horas del hurto la familia de Natalia comenzó a recibir mensajes extraños a través de un perfil falso en WhatsApp.
El remitente afirmó tener acceso total al celular de la víctima y comenzó a mostrar imágenes y videos privados almacenados en el dispositivo.
Según Natalia, el delincuente parecía conocer la contraseña de su teléfono y fue capaz de desbloquearlo, revelando información privada, contraseñas y fotos íntimas.
El extorsionista, al darse cuenta de que tenía acceso completo a su vida personal, le envió un mensaje en el que amenazaba con publicar su contenido privado a menos que le entregaran una suma de dinero.
Dinero a cambio de la información
Inicialmente, exigió 2.500.000 pesos, cifra que después aumentó a medida que los delincuentes obtuvieron más acceso a información sensible.
Aterrorizada, Natalia trató de bloquear su cuenta de iCloud y cambiar las contraseñas de sus cuentas, pero los ladrones demostraron ser mucho más hábiles, logrando incluso modificar los datos de acceso a sus cuentas bancarias.
“La gente puede acceder absolutamente a todo. No se confíen de que porque es iPhone, entonces está todo seguro”, señaló Natalia en su video.
La víctima explicó cómo los delincuentes cambiaron los usuarios y contraseñas de sus cuentas bancarias, accediendo a sus fondos tanto en tarjetas débito como crédito.
Además, los extorsionistas publicaron fotos privadas y enviaron material íntimo a grupos de trabajo de Natalia, lo que incrementó su angustia.
El apoyo llegó de su familia
A pesar de que Natalia intentó buscar apoyo de las autoridades, como el Gaula, unidad de la Policía Nacional encargada de la lucha contra la extorsión, su experiencia no fue alentadora.
“Cuando a uno lo extorsionan se supone que uno tiene que llamar al Gaula y ellos hacen como un plan y todo el tema para que a uno no lo roben más y pues se puedan capturar las personas, pero si les digo la verdad, cuando yo vine a saber todo esto, llamé al Gaula, hice todo el proceso y me dijeron algo que yo dije ¿es en serio?, o sea, ni yo que no soy ladrona ni me dedico a nada de eso caería en una estupidez así“.
Por lo que para ella, el verdadero apoyo llegó de su familia, amigos y conocidos, quienes le ayudaron a bloquear las cuentas y a difundir su historia.