Cuando la amistad y el trabajo no combinan: la curiosa historia de traición en un call center

El usuario identificado como David compartió la lección que le dejó un error al confiar demasiado en su jefe, que lejos de ayudarle, utilizó esa confianza para asegurarse de su despido

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David compartió en su cuenta de TikTok cómo su relación amistosa con su jefe terminó en su despido, luego de una transgresión en las políticas de seguridad de la empresa - crédito remotos.online/TikTok

Las relaciones laborales en muchos casos trascienden el ámbito profesional y se convierten en amistades cercanas.

Sin embargo, un joven colombiano descubrió que esa cercanía con un jefe no siempre resulta ser una garantía de confianza, y que incluso, las acciones más inocentes pueden tener consecuencias inesperadas en el mundo corporativo.

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Eso fue lo que le pasó a David, un usuario que compartió su historia en el canal de TikTok Trabajo Remoto, en la que relató cómo una relación amistosa con su jefe terminó en su despido.

Lo que comenzó como una amistad entre dos jóvenes, empleados en un call center bilingüe, se convirtió en un error de juicio que le costó su trabajo.

Un vínculo inesperado

En 2018, cuando David tenía 20 años, comenzó a trabajar en un call center en el que los empleados eran principalmente jóvenes.

Su jefe, también de su misma edad, rápidamente se convirtió en un amigo cercano, aunque David, que era nuevo en el mundo laboral, no era consciente de las complejidades que traía una relación tan cercana con alguien en una posición de autoridad.

Según él, su jefe mostraba una actitud amistosa, e incluso compartían tiempo fuera del trabajo, lo que hacía que David confiara en él plenamente.

Durante semanas, David no pudo
Durante semanas, David no pudo atender llamadas debido a problemas técnicos, pero la empresa continuó pagando su salario - crédito remotos.online/TikTok

Durante los primeros meses, todo parecía ir bien; sin embargo, un problema técnico con el sistema de trabajo de David lo dejó en una situación incómoda.

Durante unas semanas, no pudo atender llamadas, pero la empresa no podía despedirlo, ya que el problema no era culpa suya.

A pesar de esta interrupción en su desempeño laboral, la compañía siguió pagando su salario, pero en lugar de trabajar, David se encontraba en una especie de “vacaciones pagadas”, porque simplemente activaba su reloj de trabajo y no realizaba ninguna tarea, una situación que consideraba como un “sueño” para cualquier joven de su edad.

El viaje a San Andrés

Fue en ese contexto que sus amigos lo convencieron para irse de viaje a San Andrés sin preocuparse demasiado por su trabajo.

David sabía que no podía tomar su equipo de trabajo, un computador de mesa, pero confiaba en que su situación no representaría un problema.

En el tercer día de su estancia en la isla, mientras estaba en la playa, recibió varias llamadas y mensajes de su jefe a través de la plataforma Teams, pues lo buscaban para una reunión urgente.

Al ser incapaz de conectarse desde la playa, David explicó que se encontraba fuera de su casa y le pidió a su jefe que aplazaran la reunión.

Pero, lo que parecía una situación pasajera se convirtió en algo más serio cuando su jefe le preguntó cómo hacía para aparecer conectado, ya que en el sistema él seguía como si estuviera trabajando normalmente.

Fue entonces cuando David confesó que otro compañero le ayudaba logueándose con su cuenta para simular su presencia en el sistema.

En la playa, el jefe
En la playa, el jefe de David solicitó una reunión urgente, lo que llevó al joven a revelar que otro compañero se había logueado con su cuenta para simular su presencia - crédito remotos.online/TikTok

“Yo le había contado a él que me había ido para San Andrés y que, obviamente, no tenía mi equipo, porque era un computador de mesa gigante y no lo había podido llevar. Es ahí cuando yo le digo que un compañero me está haciendo el favor de loguearse con mi usuario para activar eso y desactivarlo”.

Aunque en ese momento el jefe le aseguró que no había problema, David ya había cometido una falta grave: compartir sus credenciales de trabajo con un compañero.

Esta transgresión violaba las políticas de privacidad y seguridad de la empresa, aunque David no lo comprendía completamente en ese momento.

La traición

Lo que David no anticipaba era que su jefe, al que consideraba un amigo, utilizaría esta información en su contra.

Al regresar a Bogotá, David fue contactado por el departamento legal de la empresa, que le informó que su contrato había sido terminado debido a un incumplimiento de las políticas de seguridad.

La razón citada fue precisamente la violación de las normas de privacidad al permitir que otra persona se logueara en su cuenta de trabajo.

David no pudo hacer mucho más que aceptar su despido; sin embargo, lo que más le dolió fue descubrir que su jefe, que había sido su amigo, fue el responsable de denunciarlo.

David reflexionó sobre la dificultad
David reflexionó sobre la dificultad de hacer amigos en el entorno laboral y cómo, al mezclar trabajo con amistad, es necesario tener cuidado - crédito Shutterstock

En sus descargos, la empresa especificó que fue el mismo jefe el que había informado sobre la confesión de David, por lo que al intentar comunicarse con él para entender lo sucedido, David nunca recibió respuesta.

Reflexión sobre la amistad y el trabajo

A lo largo de su relato, David reflexionó sobre la difícil tarea de hacer amigos en el entorno laboral y cómo, al crecer, es más difícil distinguir entre una verdadera amistad y una relación interesada.

A sus 26 años, David se reconoció que es consciente de los riesgos que implican mezclar la amistad con el trabajo, y aseguró que su experiencia le enseñó a ser más astuto y cuidadoso en sus interacciones laborales.

Aunque también reconoció que cometió un error al compartir su información de acceso, cuestionó la actitud de su jefe, quien aprovechó esa confianza para asegurar su despido.

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