Bienestar familiar abrió 90 procedimientos de verificación de derechos por niños quemados con pólvora

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) reportó un incremento preocupante en el número de menores de edad afectados por el uso de pólvora en varias regiones del país durante las celebraciones de diciembre de 2024 y los primeros días de enero de 2025.

Según informó el organismo, se han registrado un total de 358 casos de niños, niñas y adolescentes lesionados por quemaduras, además de seis menores intoxicados con fósforo blanco, uno de los cuales perdió la vida debido a esta causa.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

De acuerdo con el Icbf, se han abierto 90 procedimientos de verificación de derechos para atender a los menores afectados y garantizar su protección. Estas acciones buscan determinar las circunstancias en las que ocurrieron los incidentes y establecer las responsabilidades correspondientes.

Así mismo, el instituto ha impuesto 31 amonestaciones a padres, madres y cuidadores de los menores lesionados, quienes deberán asistir obligatoriamente a cursos pedagógicos diseñados para prevenir este tipo de situaciones en el futuro.

En un esfuerzo por brindar apoyo integral a las familias afectadas, el Icbf también ha iniciado 78 procesos de atención y asesoría familiar. Estas intervenciones tienen como objetivo ofrecer orientación y acompañamiento a los hogares de los menores lesionados, con el fin de mitigar el impacto emocional y social de estos incidentes.

Además, 57 casos han sido remitidos a las comisarías de familia, que, según su competencia territorial, se encargarán de adelantar las acciones necesarias para restablecer los derechos de los niños y niñas afectados.

El instituto explicó además que, aunque la cifra total de lesionados por pólvora en el país ha disminuido en comparación con el mismo periodo del año anterior – cuando se registraron 403 casos – algunas regiones han experimentado un aumento significativo en el número de menores afectados.

Entre las zonas más afectadas se encuentran Huila, La Guajira, Guaviare y San Andrés, donde se ha evidenciado un incremento en los casos reportados. Este panorama genera preocupación, ya que refleja la persistencia de prácticas peligrosas y el incumplimiento de las normativas que prohíben el uso de pólvora por parte de menores de edad.

Ante tal situación, el Icbf recalcó en la importancia de la corresponsabilidad de las familias y la sociedad en la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Según el instituto, la supervisión adecuada por parte de los cuidadores y el cumplimiento de las leyes que regulan el uso de pólvora son fundamentales para prevenir este tipo de incidentes.

Además, el organismo hizo un llamado a las autoridades locales y regionales para reforzar las campañas de sensibilización y control durante las festividades, con el objetivo de reducir los riesgos asociados al uso de estos materiales.

Sufrir quemaduras por pólvora puede tener múltiples consecuencias médicas y psicológicas. Desde el punto de vista médico, estas quemaduras suelen ser de gravedad variable, pudiendo abarca desde quemaduras superficiales hasta lesiones profundas que afectan capas más internas de la piel e incluso tejidos subyacentes.

Las quemaduras pueden provocar infecciones, cicatrices y, en casos críticos, la necesidad de amputaciones. El dolor intenso y la posible pérdida de movilidad en las áreas afectadas son comunes, y el tratamiento puede incluir hospitalización, cirugía y rehabilitación prolongada.

En el ámbito psicológico, las consecuencias pueden ser igualmente significativas. Las víctimas de quemaduras por pólvora pueden experimentar trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático.

La apariencia física alterada y las cicatrices visibles pueden afectar la autoestima y la interacción social de una persona, llevándola a experimentar aislamiento social. Los pacientes, a menudo, requieren apoyo psicológico y social, además de la atención médica estándar, para sobrellevar la recuperación y reintegrarse a su vida cotidiana.