Despedir el año en calzoncillos: esta es la ciudad de Colombia que busca crear una tradición

En el barrio José Eustasio Rivera, ubicado en la comuna tres de la ciudad de Neiva, los habitantes decidieron cerrar el 2024 con una actividad poco convencional que atrajo la atención de la comunidad.

Por primera vez se llevó a cabo una carrera atlética en calzoncillos, un evento que reunió al menos 40 participantes y que estuvo acompañado de música, premios y un ambiente festivo.

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De acuerdo con la Alcaldía de Neiva, la competencia, que consistió en completar cuatro vueltas por las calles del barrio, no solo convocó a residentes de la zona, sino también a personas de otros sectores de la ciudad. Los organizadores destacaron que la actividad comenzó desde las primeras horas de la madrugada del 31 de diciembre de 2024, con una alborada que marcó el inicio de las celebraciones. En palabras de los organizadores del evento, “es la primera vez que hacemos esta carrera en calzoncillos aquí en el barrio José Eustasio Rivera, comuna tres, y para nosotros es un privilegio atender a toda la gente que se ha sumado a este evento”, expresaron.

Los ganadores de la carrera reciben incentivos en dinero en efectivo, además de otros premios, como una forma de motivar la participación en futuras ediciones. Asimismo, los comerciantes del sector se sumaron a la iniciativa, con el propósito de contribuir al éxito de esta peculiar despedida de año.

El ambiente festivo no se limitó a la carrera. De acuerdo con Blu Radio, la comunidad del barrio tiene planeado cerrar la noche con una celebración que incluirá música, baile, tamales y cerveza, como parte de los preparativos para recibir el 2025. Este tipo de actividades, que combinan deporte y convivencia, buscan fortalecer los lazos comunitarios y ofrecer alternativas recreativas para los habitantes.

Aunque fue la primera vez que el barrio José Eustasio Rivera organizó una carrera de este tipo, la alcaldía señaló que un evento similar ya se realiza desde hace varios años en el barrio Emayá, ubicado en la comuna seis, al sur de Neiva. Allí, los residentes también despiden el año con una actividad que involucra a la comunidad y que se ha convertido en una tradición local.

La iniciativa en José Eustasio Rivera no solo destaca por su originalidad, sino también por el entusiasmo con el que fue recibida por los participantes y espectadores. Los organizadores expresaron su satisfacción por la acogida del evento y manifestaron su intención de repetirlo en los próximos años, consolidándolo como una tradición propia del barrio.

Con actividades como esta, Neiva demuestra cómo las comunidades pueden encontrar formas creativas y únicas de celebrar las festividades de fin de año, promoviendo la integración y el disfrute colectivo.

Aunque es uno de los más conocidos y habituales en Colombia, no puede pasar desapercibido porque con los años ha tenido sus variaciones, ya que se integran otros colores en esta tradición. El color amarillo en la ropa interior de Año Nuevo está asociado principalmente con la prosperidad y el dinero. Se dice que el uso de esta prenda simboliza la llegada de una buena suerte financiera en el nuevo año. Es una manera simbólica de atraer riqueza y éxito económico para el ciclo venidero. La elección del amarillo no es casual, ya que este color se asocia tradicionalmente con la luz, el oro y la abundancia.

Son varios los agüeros que resultan muy conocidos, como ponerse la ropa interior de color amarillo para la suerte, los sahumerios, la famosa vuelta a la manzana cargando las maletas de viaje, lentejas en los bolsillos y las infaltables velas de colores para atraer buena fortuna en los negocios y el amor. Pero por otra parte, hay unos menos usuales y poco conocidos, que incluso pueden ir a los extremos al punto que actualmente las personas mezclan un agüero con otro. Por eso, al tener tantas sustancias y elementos, que posiblemente no lleguen a resultar es porque en conclusión eso de la suerte podría quedar en duda.