Cinco lugares cerca de Bogotá para despedir el año: Ovnis, lagunas y parapente

A medida que se acerca el fin de año, muchas personas en Bogotá optan por salir de la ciudad para celebrar en destinos cercanos. Los municipios y alrededores de la capital ofrecen alternativas para todos los gustos, desde planes en medio de la naturaleza hasta celebraciones tradicionales en pueblos con planes que disfrutan los capitalinos.

Estos lugares, ubicados a pocas horas de la ciudad, se han convertido en opciones ideales para recibir el Año Nuevo en un ambiente diferente y darle la despedida al 2024. Si bien los capitalinos cuentan con una amplia oferta dentro de la ciudad para esperar que den las 12 de la noche el 31 de diciembre, en esta ocasión se destacan cinco destinos cercanos que ofrecerán a las personas un plan distinto para saludar al 2025.

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Y es que, si bien para muchas personas esta fiesta representa el regreso a sus lugares de origen en diferentes partes del territorio nacional o del mundo o quedarse en su casa a pasar tiempo en familia, otros buscan escapes de la rutina que la ciudad puede traer.

A 45 minutos de Bogotá, entre Tabio y Tenjo, se encuentra la enigmática Peña de Juaica, conocida como “el portal de Juaica”. Este cerro, ubicado a 3.100 metros sobre el nivel del mar, es famoso por relatos de avistamientos de Ovnis y fenómenos paranormales. Para quienes buscan recibir el Año Nuevo en un lugar diferente y cargado de misterio, este destino ofrece una experiencia inolvidable rodeada de naturaleza y energías especiales.

Para llegar desde Bogotá, se puede tomar la vía Chía-Tabio o la ruta por Siberia y Tenjo. El trayecto tiene una duración de 45 a 60 minutos, dependiendo del tráfico. Aunque el acceso a la cima está restringido, los alrededores ofrecen vistas espectaculares y un ambiente único para despedir el año.

A 35 kilómetros de Bogotá, Sopó se posiciona como uno de los principales destinos para practicar parapente en la región. Este deporte, que consiste en planear utilizando corrientes de aire tras despegar desde una pendiente, ofrece vistas únicas al embalse de Tominé, la Laguna de Guatavita y la sabana de Bogotá. El centro de parapente Paraíso, ubicado en el municipio, realiza vuelos tándem de 20 minutos por un costo aproximado de $230.000, atrayendo a aficionados y principiantes interesados en esta experiencia.

Aunque el parapente es una actividad que se realiza durante el día, puede convertirse en un plan previo ideal para quienes desean recibir el Año Nuevo de una manera diferente. La proximidad de Sopó a la capital permite disfrutar de esta actividad y regresar a Bogotá a tiempo para las celebraciones nocturnas, combinando aventura y descanso en una sola jornada.

El Parque Nacional Natural Chingaza, ubicado a 50 kilómetros de Bogotá, es una opción destacada para quienes buscan recibir el Año Nuevo en contacto con la naturaleza. Este parque, que abarca áreas de Cundinamarca y Meta, ofrece caminatas por senderos como Sua Sie y la posibilidad de explorar lagunas de origen glaciar, como las de Siecha y Chingaza. Entre sus atractivos principales está el avistamiento de fauna, como venados de cola blanca, al amanecer.

Para quienes deseen acampar, Chingaza cuenta con zonas designadas, aunque es obligatorio realizar una reserva previa con al menos tres días de anticipación. Es importante llevar provisiones suficientes, ya que dentro del parque no hay lugares para comprar alimentos, y respetar las normativas ambientales, como la restricción de plásticos de un solo uso.

El acceso más común al Parque Nacional Natural Chingaza se realiza a través de las entradas ubicadas en las áreas rurales de los municipios de La Calera, Guasca y Fómeque. Para confirmar disponibilidad y detalles, se recomienda contactar directamente a Corpochingaza o a las autoridades del parque.

Ubicado a poco más de 220 kilómetros de Bogotá, Monguí, en el departamento de Boyacá, es uno de los Pueblos Patrimonio de Colombia. Con su arquitectura colonial bien conservada y rodeado de paisajes naturales, este destino ofrece un buen ambiente para quienes desean recibir el Año Nuevo en tranquilidad, alejados del ruido de la ciudad.

Además, el pueblo es la puerta de entrada al Páramo de Ocetá, considerado por Colparques como el más hermoso del mundo. Este ecosistema alberga senderos que conducen a frailejones, venados y aves, permitiendo a los visitantes disfrutar de la naturaleza. Durante el fin de año, Monguí se llena de vida con ferias y eventos comunitarios.

Guatavita es un destino que combina historia, cultura y misticismo, convirtiéndose en una opción a tener en cuenta para cerrar el año. Famoso por la Leyenda de El Dorado, este pueblo alberga el icónico Lago de Guatavita, considerado sagrado por los muiscas y escenario de rituales ancestrales. Su arquitectura colonial, rodeada de montañas, crea un ambiente acogedor para quienes buscan una vista diferente a las de las calles y edificios de la capital colombiana.

Ubicado a 75 kilómetros de Bogotá, Guatavita ofrece actividades como recorridos guiados por el lago, ferias de artesanías y una variada oferta gastronómica. Durante el fin de año, el pueblo se llena de vida con tradiciones que mezclan su rica historia indígena y un entorno natural que puede ayudar a muchos capitalinos a dar la bienvenida al 2025 antes de volver a sus trabajos.