La Asociación Colombiana del GLP (Gasnova) expresó una profunda preocupación ante el no pago de $45.000 millones, correspondientes a los subsidios otorgados dentro del denominado “Plan Piloto” de gas licuado de petróleo (GLP), que es el que se vende en cilindros.
Dicho presupuesto debía cubrir el consumo registrado entre julio y noviembre de 2024, y la falta de desembolso a cargo del Ministerio de Hacienda podría impactar de manera negativa a más de 675.000 personas de estratos 1 y 2 en regiones apartadas del país.
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Entre las comunidades perjudicadas se cuentan habitantes de los departamentos de Nariño, Putumayo, Caquetá, Amazonas, San Andrés Islas, así como municipios del Macizo colombiano en Cauca. Las áreas rurales concentran una gran proporción de hogares dependientes del GLP para sus necesidades básicas.
El gremio precisó que “el 51% de los hogares que utilizan GLP se encuentran en zonas rurales” y es una situación pone en riesgo un programa que lleva más de once años beneficiando a familias de escasos recursos mediante subsidios focalizados según el Sisbén IV.
Con respaldo de presupuesto
Asimismo, Gasnova anotó que desde agosto de 2024 los cilindros de GLP con subsidio se entregaron sin contar con el respaldo presupuestario necesario, “contraviniendo lo estipulado en el Decreto 2195/2013 y la Resolución MME 40720 / 2016, que determinan que es necesaria dicha disponibilidad presupuestal para que se puedan entregar los cilindros con subsidio”.
A pesar de que el Ministerio de Minas y Energía emitió en noviembre la resolución para el pago de julio de 2024, los recursos se transfirieron, lo que generó un atraso que podría duplicar el costo de los cilindros para los usuarios finales.
Graves efectos
Gasnova alertó sobre los graves efectos que esta problemática podría desencadenar en la vida cotidiana de las familias beneficiarias. El presidente de la asociación, Alejandro Martínez, sostuvo que “es preocupante que por la falta de pago de los subsidios al GLP en cilindros, los beneficiarios afectados se vean privados de los subsidios y obligados a utilizar la leña como combustible para cocinar”.
Según él, esto no solo perjudica la calidad de vida, sino que también expone a los hogares vulnerables a serios riesgos de salud respiratoria asociados al humo de leña y al daño ambiental derivado de la tala de árboles.
Además, el gremio señaló que los retrasos también incluyen los pagos correspondientes a los meses de agosto a diciembre. Y es que, a pesar de que el Ministerio de Minas gestionó los traslados presupuestales necesarios para garantizar este financiamiento, el Ministerio de Hacienda todavía no ha cumplido con la ejecución.
“Como consecuencia de estos atrasos, se podría duplicar el precio de los cilindros de GLP para los usuarios finales del ‘Plan Piloto’, al no contar con los respectivos descuentos en la tarifa otorgada por el subsidio en mención”, indicó el gremio.
Alivio económico
El “Plan Piloto” se convirtió en una herramienta clave para aliviar la situación económica de miles de hogares en regiones remotas de Colombia, en especial, en zonas donde no llegan otras formas de energía. Este programa logró consolidarse como una medida que mejora la calidad de vida mediante la cobertura de subsidios al consumo de un combustible de bajas emisiones, utilizado principalmente para preparar alimentos. De acuerdo con Gasnova, el impacto del GLP en términos ambientales y de salud pública es favorable en comparación con combustibles tradicionales como la madera.
Incumplimiento de decretos
La situación actual pone en tela de juicio el cumplimiento del Decreto 2195/2013 y la Resolución MME 40720/2016, normas que exigen la existencia de presupuestos asignados para la ejecución de estos subsidios. Ante la falta de cumplimiento del Ministerio de Hacienda, los llamados de atención de del gremio han sido insistentes.
Martínez recalcó la importancia de resolver esta problemática de manera urgente: “Reiteramos el llamado al Ministerio de Hacienda para que apruebe el pago respectivo a la mayor brevedad posible”.
La continuidad de los subsidios al GLP representa una prioridad tanto social como ambiental, dado que su ausencia podría desestabilizar a comunidades vulnerables y retornar usos energéticos obsoletos y dañinos. Gasnova insiste en que la falta de acción del Estado podría detonar un incremento en los costos energéticos de las familias afectadas y aumentar significativamente su vulnerabilidad.