Gran inconformidad generó entre los samarios, la técnica utilizada por el personal de cocina del restaurante Típicos del Eje para deshacerse del aceite con el que no pueden seguir cocinando sus platos, según denunció un local a través de las redes sociales.
Junto a un video, difundido ampliamente en plataformas como X (antes Twitter), explicó que, al finalizar el día, levantan la tapa de una alcantarilla a mitad de la vía que pasa en frente y arrojan la sustancia de origen vegetal.
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Una falta doble; ya que interrumpen el flujo vehicular, al mismo tiempo que desechan de manera inadecuada el aceite, que desembocaría en el mar.
La comunidad pide, con nombre propio, que el caso sea investigado y que se ponga en regla el protocolo de locales y puestos callejeros para los residuos de aceite, que, normalmente, se utilizan en negocios de comida de mar y fritos, típicos de la costa.
“Lo triste es que ellos fueron los que quedaron mal en la grabación, pero es seguro que seguían las órdenes de sus jefes”, “Ministerio de Ambiente, debe ser clausurado ese negocio”, “Una multa por afectación ambiental y el cierre del local es lo que se merecen”, “En vez de reciclarlo. Ese aceite se puede vender para otros usos”, “En Bogotá, ese aceite usado se vende a empresas autorizadas y ayuda a reponer la compra de más aceites”, se lee en algunas de las reacciones a la denuncia.
Un solo litro de aceite puede contaminar 1.000 litros de agua:
El reciclaje de aceite usado permite su transformación en productos útiles como biocombustibles, los cuales reducen hasta en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles tradicionales. Para lograr este aprovechamiento, se requiere seguir ciertas pautas para su manejo y disposición adecuada. Según expertos, es imprescindible evitar desechar el aceite por el desagüe.
En cambio, se recomienda empacarlo en recipientes limpios, preferiblemente de plástico (PET), como el envase original, y cerrarlo completamente. Estos pueden ser depositados en puntos estratégicos como contenedores especiales ubicados en centros comerciales en Bogotá, diseñados también para otros residuos difíciles de reciclar, como pilas y bombillas. En el caso de cantidades mayores generadas por empresas, existe la opción de programar su recolección.
Antes de desechar el aceite, es necesario dejarlo enfriar completamente y, en lo posible, filtrarlo con una tela o malla para eliminar compuestos orgánicos que puedan acelerar su descomposición. Además, resulta fundamental respetar el tiempo de vida útil del aceite. Los aceites vegetales pueden ser reutilizados hasta tres veces en el hogar, mientras que en establecimientos comerciales se aconseja un cambio mínimo semanal. Estas recomendaciones pueden variar dependiendo del tipo de alimentos fritos y del cuidado que se haya tenido al usar el aceite.
Por otro lado, un uso correcto del aceite desde el principio puede prevenir problemas de salud y prolongar su calidad. Para ello, se aconseja evitar el sobrecalentamiento que provoca humeo, secar los alimentos antes de freírlos para reducir la humedad que acidifica el aceite y filtrar las partículas quemadas que alteran sus propiedades.
El mal manejo de este residuo tiene serias consecuencias ambientales. Según datos, un litro de aceite usado puede contaminar hasta 1.000 litros de agua. Al desecharlo por el desagüe, se dañan las aguas subterráneas, los ríos y los mares, además de obstruir sistemas de alcantarillado y bloquear los flujos de agua. En Colombia, la falta de una cultura de reciclaje de aceite usado representa un desafío importante, pero pequeñas acciones domésticas pueden marcar la diferencia.
El aceite vegetal, además de ser un ingrediente básico en la cocina por su aporte energético y nutricional, especialmente en sus variantes insaturadas como el de girasol, maíz y soya, requiere un manejo consciente para minimizar su impacto ambiental.