Los menores parecen ser los más afectados por los problemas que se presentaron durante la Nochebuena del 2024. En esta oportunidad, el afectado fue un niño de apenas 8 años de edad, que debió ser trasladado a un centro asistencial en Bucaramanga, después de que sus padres decidieran llevarlo a un sobandero para atender una caída que tuvo.
El infante ingresó a la Clínica San Luis de Bucaramanga el 25 de diciembre proveniente del departamento del Cesar, pues presentó un traumatismo en su pie izquierdo. De acuerdo con el médico Cristian Ordóñez Ramírez, el menor llegó en estado crítico, con afecciones graves, respiratorias y neurológicas, al parecer según dijeron los galenos, por un proceso “infeccioso avanzado que rápidamente derivó en un shock séptico”.
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Según informó el diario El País de Cali, debido a las complicaciones con las que fue atendido el menor de 8 años fue intervenido quirúrgicamente de urgencia, pero su condición empeoró al presentar síntomas severos ocasionados por una bacteria en su organismo, lo que obligó a los especialistas a realizar una segunda intervención quirúrgica.
Sin embargo, los esfuerzos médicos no lograron salvarle la vida al menor, pues la infección por la bacteria afectó gravemente su organismo, al parecer porque el tratamiento que implementaron no tuvo la efectividad esperada, llevándolo a un estado crítico que culminó en su fallecimiento. Los familiares del niño indicaron que antes de ser atendido por los especialistas, este fue atendido por un sobandero después de la aparatosa caída en su casa.
Las versiones de los médicos apuntan a que la demora en ser atendido adecuadamente complicó aún más su atención, pues no tuvo el acceso oportuno a una atención médica adecuada, lo que complicó su estado clínico y reduciendo sus posibilidades de recuperación. En vista de la situación, el Instituto Colombiano de Medicina Legal llevará a cabo un estudio especializado para esclarecer las causas exactas de la muerte del menor de edad, que según el informe preliminar se habría salvado.
De otro lado, las autoridades investigarán el hecho para determinar las causales que rodearon el caso, incluyendo el traslado al centro asistencial e incluso, el impacto del retraso en la atención médica por parte de sus acudientes y lo relacionado con la bacteria tiene algo más relacionado con el fatal desenlace. Asimismo, hacen un llamado para evitar este tipo de inconvenientes llevando desde el principio a los afectados al centro médico más cercano y no recurrir a prácticas empíricas.
Menor ingirió pólvora en Barrancabermeja y Atlántico
Dos casos se presentaron durante las festividades decembrinas en Atlántico y Barrancabermeja, cuando dos menores ingresaron a centros asistenciales, después de que sus padres se percataran de que habían ingerido pólvora. Se trató de un niño de dos años fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Niño Jesús al presentar vómito y malestar estomacal, lo que llevó a su familia a buscar atención médica inmediata.
La sospecha de intoxicación surgió cuando los familiares notaron la ausencia de una papeleta de “triki trake”, un producto pirotécnico que contiene fósforo blanco y es altamente tóxico.
Mientras tanto, en Barrancabermeja una bebé de 18 meses fue trasladada a la Clínica San Nicolás después de ingerir un tipo de pólvora conocida como “martinica” que, de acuerdo con el reporte preliminar de la Policía Nacional, la niña comenzó a presentar síntomas de intoxicación poco después de consumir la sustancia.
Aunque su estado de salud es estable y no se han registrado complicaciones graves, los médicos continúan realizando exámenes toxicológicos para evaluar los efectos del fósforo blanco en su organismo.