En su edición número 67, la Feria de Cali reafirmo por qué es considerada uno de los eventos culturales más icónicos de Colombia. Con aforos llenos, una agenda diversa y la pasión que caracteriza a los caleños, esta celebración se convirtió nuevamente en un escenario de tradición y alegría.
Recorrí la ciudad en bicicleta por el Bulevar pasando por la iglesia La Ermita, hasta llegar al hostal de Adry del barrio San Antonio, donde conocí personas maravillosas y con el mismo gusto común, seguir indagando los inicios de la feria, y de vivirla por supuesto.
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Charlando con pioneros de la salsa que representan el evento, ha sido un reflejo de la riqueza cultural y resiliencia de la ciudad; un carnaval que sin duda, combina música, historia y una notable diversidad de actividades.
Un origen marcado por la reconstrucción
Para entender la esencia de la Feria de Cali, es necesario remontarse al 28 de diciembre de 1957, cuando se inauguró la Plaza de Toros de la ciudad y el evento era conocido como la Feria de la Caña. La feria nació como una forma de aliviar el dolor causado por el trágico accidente del 7 de agosto del mismo año, cuando un convoy militar explotó cerca de la estación del ferrocarril, dejando miles de muertos. Este hecho marcó profundamente a los caleños, pero también unió a la ciudad en torno a un evento que simbolizaba un renacer.
En su primera edición, la feria incluyó un reinado, desfiles de comparsas y una cabalgata. Con el tiempo, estos eventos evolucionaron para dar lugar a las casetas y la música popular que hoy caracterizan a la celebración. La transformación también dejó atrás ritmos andinos como el bambuco y el pasillo, dando paso a la salsa y otros géneros afrocaribeños que han definido el sonido caleño.
El barrio Obrero: cuna de la salsa caleña
Uno de los puntos clave en la historia de la Feria de Cali es el barrio Obrero, un lugar que, según Milton Casas, director del Museo Pioneros de la Salsa en Cali, que me dio un pequeño recuento del momento de como llegó la salsa a la ciudad.
“A través del puerto de Buenaventura y la estación del ferrocarril, llegaron discos desde Nueva York y el Caribe, así como los equipos de sonido necesarios para reproducirlos. El barrio se convirtió en un epicentro de la cultura salsera, tanto que fue referenciado por artistas internacionales debido a su influencia en la música y el baile desde entonces”, dijo el director.
Después de la charla me invitó a tocar las maracas, la campana y unos cuantos pasos de baile para en la noche ir a bailar a uno de los más icónico bares de salsa, el “Caldero del Diablo” fue el lugar donde puedo decir, aprendí a bailar salsa gracias a una mujer afro que me invitó “azotar baldosa” en medio de la calurosa pista de baile del lugar y calificó mi baile como “Un bailao rolo sabroso ¿oís?” haciendo sonrojar mis mejillas.
Cuatro platos típicos de Cali recomendados
Luego de bailar sin parar, en la mañana siguiente me di el espacio para probar la gastronomía valluna, que destaca por sus sabores únicos y la riqueza de sus tradiciones culinarias. Visitando el parque del Bulevar a orillas del río Cali, probé gran variedad de sabores que para mí, serían imperdibles si pasas por Cali.
Champús: Esta bebida, mezcla de piña, lulo, maíz y especias como canela y clavos, tiene una consistencia espesa pero refrescante. Perfecta para el calor, puedes disfrutarla en lugares como el Parque del Ingenio.
Cholao: Un postre colorido y dulce a base de frutas, hielo raspado, jarabe y leche condensada. Su popularidad es tal que lo encuentras en parques y plazas de la ciudad.
Aborrajados vallunos: El plátano maduro relleno de queso y frito es una explosión de sabor que deleita a locales y visitantes.
Chontaduro: Este fruto seco y dulce se disfruta con miel y sal, y es un clásico en cada esquina de Cali. También tiene propiedades afrodisiacas.
Eventos que marcan la tradición
Después de probar sin parar la comida caleña, asistí a varias actividades, las cuales atraen tanto a locales como a turistas de todo el mundo. En el recorrido por bicicleta pude visitar los siguientes espectáculos:
Desfile de Autos Clásicos y Antiguos: Este icónico evento reúne a propietarios de vehículos que han sido preservados como auténticas joyas de época. Los participantes lucen atuendos acordes con los años de fabricación de sus carros, motos y bicicletas, y algunos incluso realizan coreografías, convirtiendo el desfile en un viaje al pasado lleno de color y creatividad. Conocí de primera mano información que me llevo a Gary Domínguez, pionero de este importante evento.
Encuentro Internacional de Melómanos y Coleccionistas: Este evento, nacido en 1991, es un espacio para los amantes de la música afrocaribeña. Durante su primera edición, más de mil personas se reunieron en el Parque de las Banderas para compartir su pasión por los discos de vinilo. Hoy, sigue siendo uno de los momentos más esperados de la feria.
Salsódromo: Introducido en 2007 para celebrar los 50 años de la feria, este desfile reemplazó a la cabalgata como acto inaugural. La Avenida Roosevelt se llena de bailarines de todas las edades que despliegan su talento en una fiesta de colores y movimientos.
Bailar en el Bulevar del Río: Es el evento que más me llamó la atención, ya que en la Calle del Bulevar cierran la cuadra entera para que caleños, turistas nacionales y extranjeros disfruten del deleite de las canciones más representativas de la Feria de Cali. Aquí les comparto mi experiencia:
Visitar el río Pance en un día caluroso
El río Pance es uno de los lugares naturales más icónicos para visitar. Fui con Valentina Sanguino, una bogotana amante al ciclismo a subir por más de una hora el cerro que me llevaría a La Vorágine, un pequeño corregimiento del Valle cerca a Cali donde nace el río, y allí pudimos evidenciar que la sensación refrescante de sentir el agua fría ante la temperatura que estaba por los 28 grados centígrados bajara el calor y el cansancio de subir 19 kilómetros loma arriba fue placentera.
Hay buses disponibles que salen desde el Terminal de Transportes de Cali para quienes opten visitar el río, donde los turistas extranjeros se quedan sorprendidos por las maravillas naturales que se ven allí, y la fauna que rodea este bello lugar.
El Súper Concierto de la Feria de Cali, un cierre inolvidable
Uno de los puntos culminantes de la feria fue asistir al Super Concierto en el estadio Pascual Guerrero. Artistas de renombre como Rubén Blades, Grupo Niche, Víctor Manuelle, La Suprema Corte y El Gran Combo de Puerto Rico llenaron el recinto con sus éxitos, creando una atmósfera electrizante para las más de 30 mil personas presentes. El calor de la música y la energía del público transformaron la noche en una experiencia inolvidable que personalmente me llenó el alma cantando tantos éxitos con los que crecí y que por fin pude vivir y cubir profesionalmente una fiesta de tal magnitud.
La versión 67 de la Feria de Cali se destacó por su diversidad y por mantener viva la esencia de la celebración. Más de 60 eventos, entre pagos y gratuitos, se llevaron a cabo en diferentes puntos de la ciudad, incluyendo la “Gran Verbena Salsera del Oriente” y la “Feria Alternativa” que son imperdibles para quienes siguen disfrutando de la fiesta.
Además, como dato curioso fue la tercera edición celebrada tras la declaración de la salsa caleña como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
Concluyendo mi visita, me despedí de Cali con una energía llena de satisfacción, de aprendizaje y de poder decir que terminé de aprender de bailar salsa en Cali, rodeado de esos bellos valles y su clima excepcional que hacen quedarte de manera permanente. La caloricidad de su gente es indudablemente maravillosa, el turista se siente un hijo más de esta bella ciudad que llevaré en el corazón por tan grata experiencia de vivir lo que fue mi primera Feria de Cali.
Con cada edición, la Feria de Cali reafirma su importancia como un espacio para celebrar la identidad caleña y compartirla con el mundo, mostrando que la tradición y la modernidad pueden coexistir en perfecta armonía.