El municipio de Nechí, en el Bajo Cauca antioqueño, vivió momentos de tensión y dolor tras el feminicidio de Onadis María Castillo Baldovino, de 32 años, que fue asesinada presuntamente por su expareja de 44 años. El crimen, ocurrido en el barrio La Playa, dejó consternados a los habitantes, quienes inicialmente intentaron auxiliar a la víctima, aunque sin éxito, pues las heridas causadas con arma blanca fueron fatales.
La reacción de la comunidad no se hizo esperar. Tras la muerte de Onadis, los residentes del sector arremetieron contra el presunto agresor, quien optó por entregarse voluntariamente a las autoridades locales. Sin embargo, la indignación colectiva derivó en actos de violencia, y un grupo de personas lanzó objetos incendiarios contra la estación de Policía donde el hombre se encontraba detenido. Aunque el fuego no causó daños significativos ni dejó heridos, evidenció la magnitud de la frustración de la comunidad frente a este caso de violencia de género.
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El coronel Luis Muñoz, comandante de la Policía de Antioquia, brindó detalles sobre lo ocurrido, asegurando que la situación en la estación fue controlada rápidamente y que las instalaciones ya están operativas. “Este fue producto de la entrega voluntaria que hizo el señor. No hubo daños a la estación. Fueron unos objetos incendiarios que lanzaron, pero no afectaron las instalaciones policiales. Lo que se evidenció en los videos fue en la parte externa de la estación. Yo hice un reporte de daños. No hay personal lesionado”, explicó Muñoz.
En un comunicado, la Alcaldía de Nechí expresó su rechazo categórico ante el feminicidio de Onadis y reiteró su compromiso de trabajar junto a las autoridades para combatir la violencia de género. “En Nechí rechazamos de manera categórica cualquier forma de violencia contra las mujeres. Estos hechos no pueden ser tolerados en nuestra sociedad. Exigimos justicia, protección y acciones contundentes para garantizar la seguridad y la dignidad de todas”, señaló la administración municipal.
El caso de Onadis se suma a una preocupante estadística en Antioquia, donde más de 100 mujeres fueron asesinadas en 2024, de las cuales al menos 53 casos son investigados como posibles feminicidios. Este trágico episodio señala la urgencia de fortalecer las acciones preventivas y punitivas para erradicar la violencia contra las mujeres en la región.
Cifras alarmantes de violencia en Colombia
Entre enero y octubre de 2024, la Defensoría del Pueblo registró 745 feminicidios en Colombia, incluidos 44 contra niñas y 11 contra mujeres trans. Iris Marín, líder de la entidad, presentó un informe que evidenció el alarmante aumento de la violencia de género, considerada una de las peores crisis de derechos humanos en el país.
Este dato representa la cifra más alta documentada por la Defensoría en su historia, aunque no siempre llevó un registro metódico. Coincide, sin embargo, con los datos del Observatorio Feminicidios Colombia, una ONG que monitoreó este delito desde 2018. Nunca antes las cifras habían superado los 700 casos en un año, incluso sumando los 12 meses completos.
El feminicidio, aunque es la expresión más extrema y visible de la violencia machista, es solo una parte de un entramado más amplio de agresiones que crecieron con el tiempo. Ni la creación del Ministerio de la Igualdad ni la declaratoria de emergencia nacional por violencia de género en 2023 logró contener esta ola. Según el diagnóstico de derechos humanos publicado por la Defensoría el 9 de diciembre, el delito de trata de mujeres creció un 26% en 2024, con 333 casos reportados en 10 meses.
Además, la entidad denunció que ocho departamentos (Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Meta, Magdalena, Guaviare y Huila) carecen de refugios para proteger a mujeres en alto riesgo de feminicidio. Estas carencias exponen la ineficiencia de las medidas implementadas para abordar una crisis que sigue cobrándose vidas y afectando profundamente a la sociedad.