El uso continuo de ollas en la cocina puede ocasionar daños visibles como manchas negras o restos carbonizados debido a la acumulación de suciedad y quemaduras, dado que esto no solo afecta su apariencia, también la funcionalidad de las piezas.
En este contexto, la creadora de contenido conocida como La mamá de las recetas compartió una técnica casera para restaurar ollas y recuperar su aspecto original.
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La receta, que combina ingredientes comunes en los hogares, ha generado gran interés, no solo por sus resultados visuales, sino por la explicación científica detrás de su efectividad.
En un video viral, La mamá de las recetas explicó el paso a paso de cómo recuperar ollas manchadas y quemadas, dado que la técnica se basa en una mezcla casera que incluye cáscaras de huevo, sal, detergente en polvo y bicarbonato.
A continuación, compartimos los detalles de la receta:
- Recolección de cáscaras de huevo: la creadora comenzó recolectando una cantidad suficiente de cáscaras de huevo, que deben ser trituradas en una licuadora.
- Mezcla de ingredientes: a las cáscaras trituradas, se les agrega sal, detergente en polvo y bicarbonato. Estos ingredientes se mezclan bien hasta formar una pasta homogénea.
- Aplicación y espera: la mezcla resultante se coloca sobre la olla, cubriendo bien la superficie manchada. Se debe dejar reposar por media hora.
- Fregado y aclarado: después del tiempo de reposo, la olla debe frotarse con una esponja de brillo, lo que permite que las manchas y residuos carbonizados se despeguen más fácilmente. Finalmente, se enjuaga bien para retirar cualquier residuo de la mezcla.
La mamá de las recetas aseguró que el resultado final es sorprendente, con las ollas luciendo relucientes y recuperando su color original, además, señala que cualquier mezcla que sobre puede guardarse para futuras aplicaciones.
Explicación científica detrás de la receta
El contenido del video no solo ha sido aclamado por sus resultados prácticos, sino que ha generado preguntas sobre la efectividad de los ingredientes utilizados.
Para aclarar esto, el químico Vladimir Sánchez, creador del canal Breaking Vlad, proporcionó una explicación científica detallada.
Sánchez describió cómo la combinación de sal, cáscara de huevo y detergente en polvo actúa para remover las manchas y residuos carbonizados.
- Cáscara de huevo y sal: la cáscara de huevo está compuesta principalmente de carbonato de calcio, una sustancia con propiedades abrasivas. Cuando se tritura y se combina con sal, actúa como un limpiador físico, capaz de raspar las partículas de comida adheridas a la olla. La acción abrasiva ayuda a remover las manchas de manera efectiva sin dañar la superficie.
- Detergente en polvo: el detergente en polvo contiene tensioactivos, sustancias que reducen la tensión superficial del agua. Esto permite que la mezcla penetre mejor en los poros de la suciedad, facilitando la eliminación de las manchas. Además, los tensioactivos tienen la capacidad de disolver las grasas presentes en los restos de comida, lo que contribuye a descomponer las sustancias difíciles de limpiar.
En conjunto, estos ingredientes actúan de forma sinérgica para deshacer los residuos quemados y restaurar el brillo de las ollas.
El riesgo de no limpiar adecuadamente utensilios quemados
Aunque la receta de La mamá de las recetas ofrece una solución efectiva para restaurar ollas, el proceso de limpieza en la cocina, especialmente en utensilios con suciedad quemada, tiene implicaciones más profundas en términos de salud.
En restaurantes y otros establecimientos del sector Horeca, el mal proceso de lavado puede suponer riesgos significativos.
Cuando los utensilios no se limpian adecuadamente, los restos de alimentos quemados pueden generar sustancias químicas nocivas como acrilamidas, furanos e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Estas sustancias, generadas bajo altas temperaturas, tienen el potencial de contaminar los alimentos y representan riesgos para la salud humana.
¿Qué son las acrilamidas y los furanos?
La acrilamida se forma principalmente en alimentos ricos en almidón cuando se exponen a altas temperaturas. Este proceso químico, conocido como la Reacción de Maillard, ocurre cuando los azúcares y las proteínas de los alimentos reaccionan al calor.
Aunque la acrilamida otorga el característico color dorado a ciertos alimentos, también se ha vinculado con el riesgo de cáncer, motivo por el cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido advertencias sobre su consumo en exceso.
Por su parte, los furanos son compuestos que se generan cuando los alimentos, especialmente aquellos ricos en aminoácidos, carbohidratos y ácidos grasos insaturados, se cocinan a altas temperaturas.
Su consumo ha sido asociado con daños hepáticos y un posible riesgo cancerígeno, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc).
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