A la cárcel alias Viejo 40, cabecilla del Clan del Golfo en Córdoba: sería responsable del homicidio de un periodista

Un juez de control de garantías dictó medida de aseguramiento contra Edinson Manuel Meza Avilés, alias Viejo 40, uno de los cabecillas del grupo armado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) o Clan del Golfo que opera en el sur del departamento de Córdoba.

La decisión del togado se produjo luego de aceptar la petición de la Fiscalía General de la Nación, en donde le imputó los delitos de concierto para delinquir, tráfico fabricación y porte de armas de fuego accesorios partes y munición de uso restringido de la fuerza armada; así como tráfico, fabricación o porte de armas de uso personal, cargos que no fueron aceptados por los procesados durante la audiencia judicial.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Alias Viejo 40 había sido capturado el 19 de diciembre en el corregimiento Campo Alegre del municipio de Planeta Rica, Córdoba, durante un operativo adelantado por la Policía Nacional, el Ejército y la Fiscalía General en esta región del país. Junto a este sujeto, también fueron detenidos Eduar José Betín Ibáñez y Ederson Fabián Pertuz Giraldo, alias Dumbo u Orejas y alias El Negro, dos integrantes de su esquema de seguridad, también integrantes del EGC.

En ese operativo, fueron incautados dos pistolas, tres proveedores, 120 cartuchos de diferentes calibres (38mm, 9mm y 22mm), una granada de fragmentación IM-26 y cinco teléfonos celulares de alta gama.

Según la investigación de las autoridades, Meza Avilés era el cabecilla de la sub estructura Rubén Darío Ávila del Clan del Golfo, luego de su desmovilización del Bloque Córdoba de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), llevando un prontuario criminal de más de 15 años.

La Fiscalía detalló que este hombre sería el responsable de cometer varios homicidios en el departamento, entre ellos, el asesinato del periodista Rafael Moreno, ocurrido el 15 de octubre de 2022 en el municipio de Montelíbano, Córdoba, un hecho que, según el gremio periodístico de la región, no ha tenido grandes avances en el esclarecimiento del crimen.

Alias Viejo 40 tenía bajo su mando a un grupo de ocho hombres, que se dedican principalmente a la extorsión y al homicidio para obtener beneficios económicos en los municipios de Montelíbano y Puerto Libertador, en la subregión del San Jorge.

Con la captura y posterior judicialización de este criminal, las autoridades señalaron que continuarán con las operaciones que permitan la desarticulación de esta estructura criminal que ha sembrado temor y violencia en la región durante más de diez años.

Pese a la detención y judicialización de alias Viejo 40, dos periodistas cordobeses denunciaron que fueron amenazados por miembros del Clan del Golfo, por divulgar información relevante al cabecilla de este grupo armado.

Por ello, la Fundación para la Libertad de Prensa solicitó a la Policía Nacional que se activen las rutas de prevención y atención urgente para la seguridad de los comunicadores y sus familias, así como a la Unidad Nacional de Protección (UNP) para fortalecer las medidas de protección asignadas a las dos personas.

“A través de amenazas y llamadas intimidatorias, integrantes del Clan del Golfo le han exigido a varios periodistas del departamento que se abstengan de publicar información relacionada con la captura de alias Viejo 40, uno de los comandantes del frente Rubén Darío Ávila Martínez que opera en Montelíbano”, señaló la Flip en un comunicado.

A su vez, pidieron a la Fiscalía General de la Nación para que se adelante la investigación contra alias El Viejo, quien además de ser responsable del crimen del periodista Rafael Moreno, se le atribuyen otros hechos de violencia en el Caribe colombiano, como el asesinato de nueve miembros de la fuerza pública en el sur del departamento.

“Si bien la captura de alias ‘Viejo 40′ podría significar un avance, resulta fundamental que esto lleve a conocer toda la cadena criminal que determinó y ejecutó el crimen (...) ambas instituciones deben garantizar la seguridad e integridad de los periodistas, e incluso la de sus familias o círculo cercano, para así evitar el escalamiento de la violencia”, concluyó la fundación en su comunicado.