Sebastián Yepes es un cantante conocido por su trayectoria en la banda de tropipop San Alejo; sin embargo, también fue tema de conversación en el mundo del entretenimiento y las redes sociales por su mediática ruptura con la influenciadora Tuti Vargas y luego por la nueva relación que creó con la presentadora Alejandra Tamayo.
Ese noviazgo acaparó la atención del público porque se conoció al poco tiempo de que Yepes terminó con Tuti y esto hizo que todos los detalles de la unión fueran tendencia en las plataformas digitales por un largo tiempo.
El artista se fue a vivir a Medellín con Tamayo, tienen un hijo juntos y Alejandra ha sido la protagonista de algunos videos de Sebastián en las nuevas canciones que ha sacado. Sin embargo, por estos días los ojos de los internautas están sobre Yepes no por su situación sentimental y nuevo hogar, sino porque compartió durante una entrevista con el actor Juan Pablo Raba, para su pódcast Los hombres sí lloran, varios detalles de su vida que lo han hecho replantearse muchas cosas, así como también lo han sorprendido gratamente y otras que a sus 44 años lo tienen frustrado.
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De acuerdo con las declaraciones de Sebastián Yepes, una de las cosas que en la actualidad no le terminan de cuadrar, a pesar de que en la mayoría de los aspectos de su vida se encuentra en completa plenitud, es su carrera como artista, pues desde 2013 ha tratado de volver a empezar y no ha salido como él espera.
“En 2013 las cosas no salieron como yo esperaba, me gasté todos los ahorros en una apuesta que no salió y entonces un día de ese año le pongo el freno en seco a mi proyecto y desde entonces, pues Juanpa, no he podido. No he podido volver a sentirme realmente conectado con ese camino del artista. Llevo 11 años, hermano, en esa pelea”, confesó el cantante.
En la conversación explicó que los cambios que ha tenido la industria musical no han sido fáciles de acoplarse y cogerle el ritmo, contó cómo era cuando él arrancó y logró el éxito, pero también evidenció la diferencia con lo que vive actualmente.
“Yo me crie en una industria que estaba muy organizada, y ni siquiera, ya venía en la crisis, pero era la industria del disco de la emisora, todo muy tradicional; y de repente arranca todo este boom de la revolución digital, el disco deja de existir, empiezan las redes sociales y todo eso, que también agradezco mucho, pero yo quedé como en el embudo”, dijo el artista.
“No la rompí con el disco y cuando todo el esquema digital se volvió realmente exitoso y todo lo que ahora vemos de la industria de la música, pues yo como que iba para allá, pero caí, o sea, no me agarró ni lo mejor de lo uno, ni lo mejor de lo otro”, expresó tratando de explicar el espacio en el que se encuentra por estos días con su carrera profesional.
Sebastián Yepes aseguró que en medio de todos los cambios, las novedades y su esfuerzo por tratar de adaptarse se ha encontrado con unas velocidades y acelere que él no comparte porque no hacen parte de su esencia, así que sacar música nueva a ese ritmo se le ha dificultado.
“Sobre todo porque están alimentadas por un miedo a perder vigencia. Yo no entiendo ahora cómo sacan canciones cada mes o cada dos meses, para mí hacer una canción es una catarsis perfectamente de 6 u 8 meses, pero si saco una canción cada 8 meses, pues nadie se acuerda, mejor dicho, no pasa nada”, explicó Yepes.
Finalmente, Sebastián aseguró que al ver que sus números no se estaban moviendo, que no se adaptaba al cambio y no podía crear música en el tiempo que lo hacen actualmente los artistas, poco a poco la presión fue creciendo hasta que “lo acabó”.
“Toda esa presión me acabó, he lidiado con una frustración muy grande, con la misma sensación de la paternidad y es que siento un nivel de rabia, pero a la vez de gratitud, porque afortunadamente el arte es atemporal y yo realmente hoy vivo de lo que fui”, concluyó.
Sebastián Yepes confesó que su estabilidad actual se la debe a que aún lo llaman a presentarse y hacer conciertos porque recuerdan su música y el éxito que logró hace unos años, pero también ha sido un problema para él porque las letras de esas canciones que en su momento llegaron al estrellato ya no van con lo que siente y piensa en este momento de su vida, sin embargo, trata de no mezclar las sensaciones y entender que esa música hacer parte de lo que le gusta a las personas escuchar.