A partir del 1 de enero de 2025, el salario mínimo en Colombia experimentará un incremento del 9,54%, lo que equivale a un aumento de $123.500 y situará al sueldo básico en $1.423.500. El ajuste no solo beneficiará a los trabajadores, sino que también tendrá un impacto directo en los subsidios de vivienda y en los precios máximos permitidos para las viviendas de interés social (VIS) y las viviendas de interés prioritario (VIP).
Con este aumento, el precio máximo de una vivienda VIS en 2025 será de $192.172.500, ya que estas propiedades no pueden superar los 135 salarios mínimos mensuales. Por su parte, las viviendas VIP tendrán un tope de $128.115.000, lo que equivale a 90 salarios mínimos mensuales.
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Sin embargo, en ciertos municipios y distritos del país, donde se aplican condiciones excepcionales conocidas como “aglomeraciones”, el límite para las viviendas VIS será de hasta 150 salarios mínimos mensuales, es decir, $213.525.000.
Además de los precios de las viviendas, los subsidios otorgados por el Gobierno nacional y las cajas de compensación familiar también se verán incrementados. Estos subsidios, que están diseñados para facilitar el acceso a la vivienda nueva, se calculan en función del salario mínimo y varían según los ingresos del solicitante. Por ejemplo, un trabajador que gane hasta $2.847.000 podrá recibir un subsidio equivalente a 30 salarios mínimos mensuales, lo que en 2025 representará $42.705.000. Dicho monto será $3.705.000 superior al que estuvo vigente en 2024 ($39.000.000).
Para aquellos trabajadores cuyos ingresos oscilen entre $2.847.001 y $5.694.000, el subsidio será de 20 salarios mínimos mensuales, lo que equivale a $28.470.000. Dicho incremento también será notable, con un aumento de $2.470.000 en comparación con el año anterior ($26.000.000).
Acceso a vivienda propia
El impacto de estas medidas no solo se refleja en los subsidios, sino también en la posibilidad de que más colombianos puedan acceder a una vivienda propia. Las ayudas económicas que ofrecen las cajas de compensación familiar son fundamentales para que las familias de ingresos bajos y medios puedan adquirir una vivienda VIS o VIP. Estas viviendas, diseñadas para atender las necesidades de los sectores más vulnerables, son una pieza clave en las políticas de vivienda del país.
El aumento del salario mínimo también tiene implicaciones en los costos de construcción y en el mercado inmobiliario en general. Al estar los precios de las viviendas VIS y VIP directamente vinculados al salario mínimo, los ajustes anuales pueden influir en la oferta y la demanda de este tipo de inmuebles.
Por supuesto, el incremento podría representar una oportunidad para que más personas accedan a estas viviendas, aunque también plantea retos para los desarrolladores y constructores, quienes deben adaptarse a los nuevos límites de precios.
Sin plata para Mi Casa Ya
El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Guillermo Herrera Castaño, manifestó su preocupación frente a los anuncios del Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda), hechos mediante la Circular 012 del 16 de diciembre de 2024, que afectan el programa ‘Mi Casa Ya’, el más exitoso en la historia de Colombia en términos de acceso a vivienda de interés social (VIS).
“Las medidas adoptadas le dan un fuerte golpe al programa, y nuevamente generan incertidumbre tanto para los hogares beneficiarios como para el sector constructor, poniendo en riesgo logros sociales y económicos alcanzados en los últimos años”, señaló Herrera, quien agregó que es una mala noticia para más de 40.000 familias de bajos ingresos, que cierran el año afectados en su propósito de ser propietarios, a pesar de las promesas del Gobierno”.
Los puntos principales de la circular y sus implicaciones son las siguientes:
- Suspensión de nuevas postulaciones y preasignaciones: desde la emisión de la circular no se permitirán nuevas postulaciones ni preasignaciones para el subsidio que otorga el programa. Esto afecta a los hogares interesados en adquirir una vivienda de interés prioritario (VIP) o una VIS, limitando el acceso a los beneficios establecidos.
- Agotamiento de las coberturas a la tasa de interés: los cupos para el beneficio de reducción en la tasa de interés están agotados. Sin esta cobertura, los hogares beneficiarios ven afectada su capacidad de pago por cuenta del incremento en las cuotas de crédito hipotecario que pueden ser cercanas al 30%.
- Hogares afectados: cerca de 40.500 hogares que esperaban desembolsos para 2024 y 2025 se verán afectados por la decisión.