Durante la mañana del viernes 27 de diciembre de 2024, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez ofreció una rueda de prensa para referirse a la Operación Orión, una acción militar que se desplegó en la zona urbana de la comuna 13 de Medellín, entre los días 16 y 17 de octubre de 2002.
Según el exmandatario, "Orión fue ejecutada por la Policía, el Ejército, Gaula, DAS, CTI, Fiscalía, Procuraduría y la Alcaldía de Medellín. Se capturaron 23 cabecillas y 243 integrantes de organizaciones criminales“.
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A esta declaración contestó el actual presidente Gustavo Petro, que, en contraposición al argumento del ex jefe de Estado, afirmó que esas instituciones sí participaron, pero con el agregado de que, según él, habrían sido manejadas por el paramilitarismo en ese entonces.
“La Operación Orión, en la comuna XIII de Medellín, fue ejecutada por las entidades que dice el expresidente Uribe y está en lo cierto, solo que la Fiscalía, que dirige el CTI, y El DAS estaban en manos del paramilitarismo”, dijo el primer mandatario.
Entonces afirmó, alineado con la versión que aparece consignada en la Comisión de la Verdad, que estas entidades “actuaron en asocio con otros cabecillas y delincuentes: los paramilitares de Don Berna que se quedaron con el territorio y desaparecieron más de 500 personas y desplazaron miles fuera de la comuna”.
La respuesta del Centro Democrático al presidente
Basado en que la Operación Orión habría sido una medida para traer cambios a la Comuna 13, el Centro Democrático, como partido, le expresó a Petro que “dejara de especular”.
“Deje de ver por la ideología, por la frustración, por su resentimiento. Usted no ve la realidad, y como dato mata relato, nosotros estamos en la obligación de contarle la verdad al país”, afirmaron voceros del partido en el comunicado que se emitió en la cuenta oficial de X (anteriormente Twitter)
Indicaron la pertinencia de la acción militar, ya que “el Estado de Derecho no puede permitir que grupos criminales empuñen las armas contra la población civil como ahora sucede en muchas regiones de Colombia”.
Así fue la justificación sobre la operación ocurrida 22 años atrás: “No podemos tolerar que asesinen niños porque se niegan a ser reclutados por los grupos armados. Es absolutamente inaceptable que el Estado renuncie a su obligación de proteger a la población civil como ocurría en la Comuna 13 y ahora sucede en cientos de poblaciones en Colombia”.
Entonces le pidieron al presidente que “reconozca que su paz total fracasó”.
Lo que dice la Comisión de la Verdad
La entidad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), indica que esta acción de intervención de la Fuerza Armada “se acordó entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Medellín”.
“Es la mayor acción militar realizada en área urbana en Colombia dentro de la historia del conflicto armado. Orión fue emblemática por las modalidades de violencia que desplegó (capturas arbitrarias, detenciones selectivas y posteriormente desapariciones), por las series denuncias sobre la actuación irregular de agentes del Estado (además de fuerza pública, DAS y Fiscalía) y por la participación de grupos paramilitares”, es lo que indica la institución.
Por su parte, el expresidente Uribe publicó un listado de documentos en los que se compara el estado de la Comuna 13 luego de “la pacificación” de esa zona de la capital antioqueña.
En especial, en los documentos explican el cambio de La Escombrera, un espacio cercano a la Comuna 13, en el que se depositanan escombros de la industria de la construcción, y que ahora es un atractivo de memoria, luego de que se hallaran los restos humanos de 13 personas.
Ahora bien, según consignó la Comisión de la Verdad, Mario Montoya, comandante de la Cuarta Brigada, “quién lideró la operación junto con Leonardo Gallego, comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, esta fue dirigida contra «la guerrilla, las autodefensas ilegales y la delincuencia común» que dominaban barrios enteros de la Comuna".
Resulta que, luego de la fuerte influencia del narcotráfico a manos de Pablo Escobar, ya entrando al siglo XXI, en la comuna “se había consolidado la presencia de milicias de los Comandos Armados del Pueblo (CAP), del ELN y las FARC, que ejercían autoridad y control territorial”.