Robos, conflictos, agresiones y todo tipo de situaciones se evidencian en los buses y estaciones de TransMilenio a diario, generando indignación y críticas por parte de la ciudadanía que espera acceder a un servicio de transporte público seguro y eficaz. Una de las conductas que más reprochan los usuarios es la falta de consciencia, empatía y solidaridad por parte de algunas personas que se niegan a ceder su silla a personas que lo necesitan.
A pesar de que en el artículo 146 del Código de Policía se establece claramente que la silla debe cederse en casos específicos, so pena de recibir un llamado de atención, las personas siguen ocupando asientos, ya sea azules o rojos, a pesar de que son plenamente conscientes de que hay otros ciudadanos que los necesitan.
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“No cederle la silla a una persona que lo necesite (embarazada, en situación de discapacidad, adulto mayor o niño) recibirá un llamado de atención en privado o en público con el objetivo de concienciar a la persona de la conducta realizada y de su efecto negativo”, precisa la normativa.
Un caso de este tipo fue denunciado a través de redes sociales. En un video divulgado por internautas y medios de comunicación se ve a una mujer ocupando dos sillas rojas de un bus de TransMilenio; en una de ellas iba sentada, mientras que en la otra tenía una maleta y una bolsa. La ciudadana se negó a ceder su asiento, a pesar de que, al parecer, una joven en estado de embarazo estaba de pie, cerca de ella.
La falta de empatía de la mujer generó molestia en dos usuarias del sistema de transporte que decidieron confrontarla y filmarla. Al solicitarle que retirara sus pertenencias de la silla, la mujer se negó, asegurando que estaba cansada: “Ah bueno, bájese y busque uno que venga desocupado, pero no voy a quitar las maletas de ahí porque estoy cansada”.
Una de las ciudadanas que se quejó de su conducta replicó con ironía; “Entonces ella está cansada y la maleta también”, a lo que la mujer contestó con un insulto: “Ay sí, deje de ser sapa y ya”.
Las usuarias insistieron en que debía ser consciente y solidaria con la mujer, pero la ciudadana se mantuvo en su respuesta negativa y evasiva, respaldándose en que la ciudadana no había solicitado en ningún momento que le permitiera sentarse en la silla roja en la que llevaba sus cosas. Además, apeló al hecho de la mujer no era una persona mayor.
“Tan joven y se quiere venir a sentar. La señora tiene una hora ahí y no ha dicho nada. Vienen de sapas”, aseveró, añadiendo que no estaba interesada en tener una pelea con las usuarias: “Si a usted le da la gana se calla o si no se queda parada, pero no le voy a quitar el puesto de ahí. De malas”.
El caso causó una ola de reacciones en la red social X, donde los internautas se quejaron de la conducta de la mujer, señalando su falta de educación. Asimismo, insistieron en que debería utilizar otros medios de transporte que le permitan portar sus pertenencias con comodidad, sin impedir que otras personas hagan uso del sistema.
“Esta es la sociedad actual, la falta de civismo y educación es el común denominador”; “Si ella necesita dos puestos, no es la que va de pie la que está en el lugar equivocado”; “Por personas como esta es que estamos así. La indolencia, pero eso si les dicen que vayan por un tamal a la Casa de Nariño y corren”; “Si la señora necesita dos puestos que se suba a un taxi”, indicaron.