Las fiestas de fin de año en Colombia, marcadas por celebraciones, reuniones familiares y eventos sociales, tienen también una cara oscura: un aumento alarmante en los accidentes de tránsito. Entre las principales causas de este incremento están el abuso de alcohol y la falsa creencia de que manejar con guayabo es seguro, lo que en realidad puede ser igual de peligroso que conducir bajo los efectos del licor.
En el período comprendido entre el 21 y el 26 de diciembre de 2024, Colombia registró un total de 177 accidentes viales, los cuales dejaron 58 muertos. Esto significa que, en promedio, nueve personas perdieron la vida cada día debido a diversos factores, entre los cuales destacan el exceso de velocidad, fallas mecánicas, impericia y, especialmente, el consumo de alcohol.
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La general Susana Blanco, directora de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional, destacó la gravedad de esta situación, señalando en Noticias Caracol que “la palabra ‘guayabo’ no existe en el Código Nacional de Tránsito”. Según Blanco, lo que realmente está penalizado es conducir con alcohol en el organismo, sin importar si la persona aún está recuperándose de los efectos del licor.
Un punto clave en la prevención de estos accidentes es la concientización sobre los riesgos de manejar en estado de ebriedad o incluso después de haber bebido, cuando los efectos del alcohol siguen presentes. La general Blanco explicó que, durante diciembre, se realizaron más de 13.300 pruebas de alcoholemia, de las cuales 420 dieron positivo. Esto llevó a las autoridades a retirar a estos conductores irresponsables de las vías para evitar tragedias. De las 58 víctimas fatales en accidentes durante estas fechas, 34 eran motociclistas, lo que resalta el peligro que representa este medio de transporte para los más vulnerables.
Además de los trágicos accidentes, la general también advirtió sobre las consecuencias legales para quienes conduzcan bajo el efecto del alcohol, incluso si no están completamente ebrios. Si un conductor es sorprendido manejando “enguayabado” y la prueba de alcoholemia es positiva, se le exigirá asistir a un curso pedagógico sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. En caso de no cumplir con esta obligación, deberá pagar una multa de 170.000 pesos.
El riesgo de manejar con alcohol en el organismo no solo afecta la capacidad de reacción, también distorsiona la percepción de la realidad, dificulta la visión y, en casos extremos, puede generar microsueños, lo que aumenta exponencialmente las posibilidades de sufrir o causar un accidente grave. La general Blanco explicó que el alcohol disminuye drásticamente las facultades necesarias para conducir de manera segura, lo que convierte a los conductores en un peligro para sí mismos y para los demás.
Ante esta situación, las autoridades hicieron un llamado a la responsabilidad, pidiendo a los colombianos que no se suban a un vehículo conducido por una persona que esté ebria, ni siquiera si pasó un par de horas desde su última bebida. El llamado es claro: “si la persona tiene licor en su organismo, no es seguro que conduzca”. De igual manera, la general instó a los conductores a no ignorar las señales de alerta que puede dar el cuerpo cuando ya no está en condiciones óptimas para manejar, como la fatiga extrema y la falta de concentración.
Las autoridades también reforzaron los operativos de control, conscientes de que las fiestas de fin de año generan un aumento en el consumo de alcohol y, por ende, en los riesgos de accidentes. Con una temporada festiva que se extiende hasta el inicio de enero, la Policía de Tránsito continuará realizando pruebas de alcoholemia y vigilando las principales vías del país para garantizar la seguridad vial. Las campañas de concientización sobre el impacto del alcohol en la conducción se intensificaron, con el objetivo de reducir las víctimas de accidentes y crear una cultura más responsable.
La temporada navideña y de fin de año en Colombia es un recordatorio de los peligros que conlleva el abuso del alcohol y la conducción irresponsable. Si bien las celebraciones son una parte fundamental de las festividades, es crucial que los colombianos comprendan que la seguridad de todos depende de tomar decisiones responsables al volante. “La vida de una persona vale mucho más que cualquier fiesta”, concluyó la general Blanco.