En un giro de los eventos, el concierto programado en la Carpa la 66, ubicada en el sur de Cali, se llevó a cabo en la medianoche del jueves 26 de diciembre, a pesar de la negativa de la Alcaldía de Cali de otorgar el permiso para su realización.
Las autoridades argumentaron falta de documentación y el incumplimiento de requisitos legales como razones principales para prohibir el evento.
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Sin embargo, de acuerdo con la información de medios locales, durante el evento, las autoridades lo intervinieron y suspendieron, dejando a los asistentes en espera mientras se llevaba a cabo un fuerte operativo en el lugar. La intervención generó desconcierto entre los presentes, quienes aguardaban la reanudación del espectáculo.
El concierto, encabezado por el cantante de música popular Luis Alfonso, contó con una amplia afluencia de público. Videos y fotos del evento circularon en redes sociales, mostrando a los asistentes disfrutando de la presentación.
Desde las 7:00 p. m., uniformados de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), anteriormente conocida como Esmad, bloquearon el acceso al recinto para evitar el ingreso del público.
Al mismo tiempo, residentes de la zona se manifestaron contra la realización del concierto, argumentando problemas de contaminación auditiva que afectan su tranquilidad.
El mismo jueves 26 de diciembre, también se llevó a cabo el evento la Fiesta Blanca del DJ Marlong Son & Sabor a en la Carpa de la 14 de Calima, a pesar de las cancelaciones anunciadas por la Alcaldía. En este caso, los organizadores tampoco entregaron los documentos requeridos, como el código Pulep y la póliza de cumplimiento, lo que también generó tensiones entre las partes involucradas.
La respuesta del organizador: cancelar el evento del viernes 27 de diciembre
Carlos Paz, organizador del evento, anunció que las actividades programadas para el 27 de diciembre no se llevarán a cabo. En una entrevista con Blu Radio, expresó que, por respeto a los asistentes, se ha decidido cancelar el evento de este viernes y que espera llegar a acuerdos con la Alcaldía de Cali. El señalado de alterar al orden público confirmó que el dinero de las personas que realizaron la compra para el concierto será devuelto.
Paz afirmó que tiene todos los papeles en regla y no entiende por qué no se le permitió el libre desarrollo del evento. Al ser cuestionado por los periodistas, reafirmó que cuenta con todos los documentos necesarios para llevar a cabo la actividad sin contratiempos.
Además, Paz señaló que las medidas tomadas por la Alcaldía forman parte de intereses públicos relacionados con la Carpa de La 66.
Defensa de los organizadores y cuestionamientos a las autoridades
El subsecretario de Seguridad de Cali, Álvaro Pretelt, lideró las conversaciones entre las partes involucradas en un intento de mediar en el conflicto. El funcionario reiteró que el evento no contaba con autorización y enfatizó que ya se había emitido una notificación oficial negando el permiso. “A este evento no se le concedió el permiso, no es solo decirlo, se les negó el permiso, ya se les había enviado la notificación”, afirmó.
Por su parte, Carlos Paz, propietario de la Carpa la 66 y la Carpa 14, defendió la realización del concierto, asegurando que el establecimiento contaba con toda la documentación en regla.
“Somos respetuosos de la ley, pero hoy tenemos la alegría de saber que estamos trabajando y la gente está contenta de hacer su Navidad”, afirmó Paz. Sin embargo, los residentes de la zona expresaron su descontento con la realización de estos eventos, alegando que afectan su calidad de vida debido al ruido y otros impactos negativos.
El conflicto se intensificó alrededor de las 8:00 p. m., cuando funcionarios de la Alcaldía y agentes de la Policía Metropolitana de Cali llegaron al lugar para intentar impedir la realización del evento.
La Alcaldía explicó que el establecimiento no cumplió con los requisitos de seguridad necesarios, como el código Pupel, la póliza de cumplimiento y el concepto de gestión del riesgo, esenciales para obtener los permisos pertinentes,
El secretario de Gobierno, Diego Hau, respaldó esta postura, indicando que la documentación presentada por los organizadores no cumplió con los requisitos exigidos, lo que impidió la autorización del evento.
Además, se destacó que la Carpa la 66 había realizado ampliaciones en su infraestructura, lo que representaba un riesgo adicional si no se cumplían las normativas de seguridad correspondientes, poniendo en peligro la integridad de los asistentes.
Este incidente pone en entredicho la capacidad de las autoridades locales para hacer cumplir las decisiones administrativas, generando incertidumbre y cuestionamientos sobre el respeto a las normativas y el papel de las instituciones en la regulación de eventos masivos.
A pesar de las declaraciones y una orden previa de cierre emitida por un inspector de Policía, los artistas comenzaron su presentación después de los inconvenientes, lo que aumentó el caos, la controversia, desconfianza en las autoridades y generó tensión.