No paran las reacciones en el país, después de que el presidente Gustavo Petro les diera el “regalo de Navidad” a más de 3.7 millones de empleados que reciben el salario mínimo en Colombia.
Sin embargo, el incremento del 9,54% para el 2025, que representa un ajuste de 123.500 pesos a partir de enero, aunque resulta un alivio para los trabajadores formales del país, también trae consigo unas “cláusulas” que podrían afectar el bolsillo de los colombianos.
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Por ejemplo, el aumento traerá consigo repercusiones en los precios de bienes y servicios que se calculan con base en este indicador. Entre los costos que se ajustarán están los copagos de las EPS, los pasajes de transporte público y las multas de tránsito, como las fotomultas, y el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (Soat). Asimismo, se verán afectados los aportes voluntarios a pensión, las tarifas notariales y otros servicios legales.
La ministra del Trabajo, Gloria Ramírez, anunció que el Gobierno continuará revisando la posibilidad de desindexar ciertos bienes y servicios del salario mínimo para mitigar el impacto inflacionario.
Según sus declaraciones, ya se han identificado 188 productos que serán desindexados, y se espera que esta lista se amplíe a aproximadamente 200 artículos.
Lo bueno de la decisión del presidente Petro será el ingreso que recibirán, al menos, 3.7 millones de colombianos que devengan el salario mínimo, quienes recibirán ahora un salario de 1.423.500 pesos. Sin embargo, los empleadores no están obligados a incrementar el salario a aquellos trabajadores que reciben ingresos superiores al mínimo, por lo que algunos de ellos podrían verse afectados con los aumentos anuales de productos y servicios.
De lo que sí podrán beneficiarse los trabajadores con ingresos mayores, pero que no superen los dos salarios, será del incremento del auxilio de transporte. Este beneficio subirá de 162.000 a 200.000 pesos a partir de enero de 2025, lo que equivale a un aumento del 23%.
Quienes no reciben buenas noticias el próximo año son los empresarios, el aumento del salario mínimo tendrá un impacto directo en los costos laborales para las empresas, que deberán ajustar sus aportes a la seguridad social y otras prestaciones.
La base de cotización para salud y pensión, calculada según el salario mensual del trabajador, no podrá ser inferior al salario mínimo legal vigente ni superior a 25 veces este valor.
En el caso de los aportes a salud, el empleador deberá asumir el 8,5% del salario del trabajador, lo que con el nuevo mínimo equivaldrá a 120.955 pesos, mientras que el empleado aportará el 4%, es decir, 56.940 pesos. Por su parte, la contribución a pensión, que corresponde al 16% del salario, se divide en un 12 % a cargo del empleador (170.820 pesos) y un 4% que será descontado del salario del trabajador (56.940 pesos).
Otros costos asociados incluyen los aportes a las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), cuyo valor varía según el nivel de riesgo del trabajo. Para un nivel de riesgo 1, el aporte será de 7.428 pesos. Además, las empresas deberán cubrir las prestaciones sociales, como las primas de servicios, cesantías e intereses sobre las cesantías, lo que eleva el costo total mensual de un empleado a aproximadamente 1.865.216 pesos. Sumando estos conceptos y otros pagos adicionales, el costo total por trabajador podría alcanzar los 2.417.000 pesos en 2025.
Entretanto, la decisión del Gobierno nacional ha generado opiniones encontradas entre expertos, empresarios y académicos. Algunos sectores consideran que este ajuste podría tener efectos negativos en el mercado laboral y la economía.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, calificó el incremento como uno de los más altos del siglo en términos reales, descontando la inflación. Mejía advirtió que decisiones similares en el pasado han generado un aumento en la inflación y han afectado el empleo formal.
“Uno, al encarecer sustancialmente el costo del empleo formal, inducirá aún más la contratación informal, especialmente en las microempresas; y dos, presionará al alza la inflación, retrasando la reducción de tasas de interés por parte del Banco de la República”, señaló el director en declaraciones recogidas por El Colombiano.