Turista aseguró que se salvó de que lo robaran en el metro de Madrid, España, por ser colombiano: “No sé cómo sentirme”

En su última visita a Madrid, el turista colombiano Diego Orozco, conocido en redes como El Diego Die, se salvó de ser atracado, luego de que un ladrón, con el que no compartía nacionalidad, conociera su país de origen.

Según comentó en un video publicado a través de su perfil en la plataforma TikTok: “Me salvé de que me robaran en España por ser colombiano y no sé cómo sentirme, si bien u ofendido. En este momento estoy en Madrid, y tenía que ir de un lado a otro de la ciudad, entonces, tomé el metro y cuando me bajé en la estación, (veo a) un man detrás de mí”.

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Y continuó: “Yo soy más colombiano que un berraco, yo me la paso asustado y siento que tengo que mirar pa’ todo lado. Aquí a los carteristas los conocen como los famosos pickpockets y, de verdad, hay muchos. He notado o visto muchas situaciones en las que la gente da papaya y los manes llegan y se les llevan las cosas”.

Una situación similar estuvo a punto de ocurrirle a principios de diciembre, cuando un hombre de apariencia extraña lo persiguió al salir del metro. “Como buen colombiano”, relató Orozco, “andaba con mi billetera bien guardadita y llevaba una riñonera en la espalda. La compré en Colombia, en Totto. El caso es que el tipo seguía tras de mí, y no pude evitar pensar que me estaba persiguiendo”.

Para confirmar si realmente estaba en peligro, decidió dar “una vuelta estúpida”. Explicó: “Si ese tipo me estaba persiguiendo, tenía que dar la vuelta estúpida conmigo. Y, claro, el tipo seguía detrás. Miraba a mi alrededor y no veía policías, y yo, que soy bien gallina, ya estaba nervioso”.

Cuando comprobó que efectivamente le seguían, optó por detenerse en una esquina y enfrentarlo con tono amenazante, a pesar de estar asustado. “Yo soy muy gallina, muy miedoso, pero enfrento mis miedos. Entonces, no había nada que hacer. Cogí mi riñonera, me la monté al hombro y pensé: si este tipo me va a robar, voy a armar un escándalo. Me paré en una esquina, me puse las gafas y lo miré. Él se quedó observándome también, como detallándome. Ahí pensé que tal vez quería decirme algo o que yo simplemente estaba asustado”.

Pero el ladrón, lejos de desistir de su idea, decidió confrontarlo directamente. “El tipo se me acerca y me pregunta: ‘¿Qué tienes ahí? ¿Qué llevas en la riñonera, qué tienes en el bolso?’ Y yo le respondí: ‘¿A usted qué le importa?’. Pero cuando se acercó para hablarme, vio que la riñonerita era de Totto. Me preguntó: ‘¿Usted es colombiano? ¿Esa riñonera es colombiana?’ Y yo le respondí: ‘Sí, ¿qué tiene de malo?’ Entonces se puso a saludarme, y ahí me di cuenta de que no era colombiano”.

Lo que sucedió a continuación fue completamente inesperado y dejó a Orozco con sentimientos encontrados: “El tipo se me acerca y me dice: ‘Parce, qué pena con vos. La verdad es que te iba a robar, pero vos sos colombiano, y yo vivo con un colombiano que me ha salvado la vida acá en Madrid, me ha ayudado un montón’. Y seguía diciéndome que me iba a robar, pero se reía mientras lo decía”.

El ladrón continuó hablando, alabando la amabilidad de los colombianos. “Me dijo que los colombianos eran muy buena gente, muy amables, y luego me pidió algo, porque no había desayunado y tenía mucha hambre. La verdad, me tocó el corazón... me tocó el corazón el ladrón”, expresó.

Aún desconcertado por lo sucedido, Orozco decidió invitar al ladrón a desayunar. Durante el tiempo que compartieron, aprovechó para insistirle en que, con tantas formas de ganarse la vida, robar no era una opción viable. “No sé de dónde era el man. No era colombiano y tampoco era de Venezuela, pero sí sé que era latino. Se puso a contarme toda su historia. Me dijo que había llegado a Madrid hace un año, pero que no tiene papeles ni documentos”.

El hombre relató que un colombiano con quien convivía en Madrid le había dado techo durante los últimos meses. Orozco agradeció a su compatriota por su solidaridad y, además, ofreció consejos al ladrón con la esperanza de que pudiera mejorar su situación. “La buena para esos colombianos que ayudan a la gente. El man me dijo que me había reconocido por mi riñonerita Totto y me pidió que se la regalara para darle un regalo al colombiano que lo ha ayudado”, finalizó.