Con el programa ‘Por una Navidad feliz a nuestros amigos de cuatro patas’ de la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental logró adelantarle la Navidad de al menos 100 perros en condición de calle o abandono, al ofrecerles una cena navideña con caldo, hueso, concentrado y agua, en el municipio de Baraona, Atlántico.
Así lo dio a conocer el comandante del departamento de la Policía del departamento, el coronel John Harvey Peña Riveros, en un video publicado a través de la plataforma X: “La seccional de carabineros y protección ambiental del Atlántico, dentro de la campaña ‘Por una Navidad feliz a nuestros amigos de cuatro patas’ ofreció una cena de fin de año, un evento realizado en el que fueron impactados más de 100 caninos en condición de calle”.
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El coronel Peña destacó la labor de los perros que trabajan con la Policía y agradeció a los miembros de la especie por su compañía y amor por los habitantes del departamento: “Estos animalitos recibieron a través de todos nuestros carabineros esa visita de agradecimiento por compartir durante este año nuestro trabajo de seguridad, que benefició a todos los habitantes del departamento. Gracias a estos animalitos de cuatro patas y a las personas que se vincularon con esta campaña, porque hay que compartir con ellos el amor y la gratitud al estar al servicio de la Policía”.
Además, invitó a los habitantes del departamento a replicar acciones similares; ya que, son muchos más los animales que se enfrentan a los peligros de la calle: “En estas festividades invitamos a todos los atlanticenses a no utilizar la pólvora porque es una afectación a todos los aspectos de nuestra naturaleza y no permitir el tráfico de aves o el tráfico de especies, que son afectaciones grandes”.
Cómo ayudar a las mascotas que se asustan con la pólvora del fin de año
Según declaraciones del veterinario Esteban Bravo a Infobae Colombia, es crucial mantener la calma y cronometrar el tiempo de las convulsiones en caso de que una mascota entre en un episodio de crisis clínico a causa del estrés por pólvora, ya que esta información resulta vital para el tratamiento en clínicas veterinarias.
Bravo también advirtió sobre el peligro de usar elementos como algodones o tapones para obstruir las vías auditivas de los animales, porque podrían ocasionar patologías graves.
El experto enfatizó que, aunque existen medidas inmediatas para tranquilizar a las mascotas, como cubrir su pecho y espalda con un vendaje para simular un abrazo, lo más importante es la presencia del propietario o persona de confianza para transmitirles seguridad.
Según comentó, el aislamiento podría agravar el estrés, como ocurrió con la mascota de José Luis Bello, quien perdió a su perro Lebrón durante una noche de celebraciones con pólvora. Bello lamentó que la combinación de imprudencia en el uso de pirotecnia y desconocimiento de los dueños de mascotas pueda tener consecuencias tan devastadoras.
Por otro lado, el educador canino Ángelo Torres, de la Cruz Roja Bogotá, sugirió técnicas de adaptación auditiva para las mascotas. Recomendó exponerlas gradualmente a sonidos similares a los de la pólvora, combinándolos con actividades placenteras, como juegos o alimentos que las motiven, para reducir el impacto del ruido.
Estas sesiones, con una duración de dos o tres días, pueden ayudar a que los animales asimilen los sonidos típicos de las festividades decembrinas. Sin embargo, si no hay tiempo para este tipo de preparación, Torres aconsejó crear un espacio seguro dentro del hogar, como una habitación alejada de ventanas, equipada con una cama y una cobija para que las mascotas se sientan protegidas.
El estrés provocado por la pólvora puede manifestarse de diversas formas en los animales, según Bravo. Entre los síntomas más comunes están temblores, ansiedad, agresividad condicionada, micciones involuntarias y comportamientos repetitivos, como morderse las patas o perseguirse la cola. Además, explicó que el incremento en los niveles de cortisol, la hormona del estrés, puede desencadenar graves consecuencias físicas, incluyendo el fallecimiento por infarto.
Tanto Torres como Bravo coinciden en que la pólvora no debería ser parte de las celebraciones debido a su impacto negativo en las mascotas, especialmente porque animales como perros, gatos y aves tienen un sentido del oído más desarrollado que los humanos. Esto los hace más vulnerables a los fuertes ruidos de los fuegos artificiales, lo que a menudo genera problemas de salud que podrían evitarse con mayor conciencia y responsabilidad por parte de los propietarios y la ciudadanía en general.