El 24 de diciembre de 2024, el presidente Gustavo Petro anunció que el salario mínimo fijado para el 2025 será del 9,54%, que corresponde a un monto de 1.623.500 pesos, incluyendo el auxilio de transporte.
Esta decisión del primer mandatario de los colombianos, tras no acordarse en la mesa de negociaciones con empresarios y sindicatos del país, ha generado diferentes reacciones tanto en los sectores empresariales como en la clase política colombiana.
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Una de ellas fue la representante a la Cámara, Katherine Miranda, manifestó su desacuerdo con el decreto expedido por el presidente, al tildar el incremento del salario mínimo como populista y poco realista. “Lastimosamente, el aumento del salario mínimo podrá generar una pérdida de empleo formal significativa para el próximo año. Medidas populistas, poco realistas”, comentó la congresista en sus redes sociales.
Sin embargo, el pronunciamiento de la parlamentaria del Partido Alianza Verde en la plataforma digital generó duros cuestionamientos de varios representantes del petrismo en el Congreso, como es el caso de María Fernanda Carrascal, quien aprovechó la publicación de Katherine Miranda frente a otra realizada en 2020, cuando en su momento, cuestionaba que el salario mínimo tuvo un incremento del 3,5%, expedido bajo el gobierno de Iván Duque.
“No mientan. El salario mínimo subió 3,5% y quedó en 908.526 pesos. Un incremento de 30.723 pesos!!! Leyeron bien, 30 mil pesos. Salario Mínimo es una burla”, había mencionado Miranda en la antigua red social Twitter.
Al respecto, Carrascal aseguró que la representante de Alianza Verde supuestamente no solo utilizó la campaña del entonces candidato Gustavo Petro para ser elegida en las elecciones parlamentarias de 2022, sino que mencionó la inexperiencia de la congresista en temas económicos.
“Tal vez la Katherine Miranda de hace cuatro años le diría a la de hoy —asumiendo que su cercanía con el progresismo no haya sido solo el más vil oportunismo, sino que haya aprovechado para aprender de políticas económicas enfocadas en la distribución de la riqueza— que el aumento del salario mínimo fortalece el ingreso de los y las trabajadoras y activa la economía”, escribió la representante del Pacto Histórico en la red social X.
Sin embargo, sin responder directamente a la congresista del Pacto Histórico, la representante Katherine Miranda aclaró su postura frente a la decisión del presidente Gustavo Petro sobre el salario mínimo para el año 2025, donde resaltó el comunicado de la Confederación General del Trabajo (CGT), y aunque señaló que la cifra porcentual es satisfactoria para los trabajadores, reiteró que podría afectar a las empresas colombianas.
“La alerta que hace el sindicato de la CGT debe ser tenida en cuenta. Claro que nos alegra el aumento del salario mínimo, pero es irresponsable y afectará las micro y pequeñas empresas, además de acabar muchos empleos formales. ¡MUCHO CUIDADO, LO ADVERTIMOS!”, manifestó Miranda en otra publicación en X.
Otras reacciones políticas frente al salario mínimo del 2025
Además de Miranda y Carrascal, otros líderes políticos del país también se refirieron al anuncio del presidente Gustavo Petro sobre el monto que recibirán los colombianos en 2025.
El expresidente Álvaro Uribe manifestó que, para que este monto económico beneficie a los trabajadores, “se necesita que las empresas y los empleadores tengan impuestos reducidos, normas laborales menos rígidas, seguridad, gobiernos austeros y transparentes (...) de lo contrario, los ingresos formales de los trabajadores se reducen en empleos informales y precarios, en contratos de medio tiempo o de pocos días a la semana, sin dominicales, sin festivos, sin seguridad social”.
Mientras que el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, celebró el anuncio del Gobierno Petro e hizo una petición a los ciudadanos sobre las críticas de varios sectores a la medida.
“Toda la derecha, en coro, indignada con el alza del salario de 9,54% decretada por el Pte Petro. Ya saben los trabajadores de Colombia lo que les espera en 2026 si regresa la derecha al poder: migajas, limosnas, alzas pírricas que profundizan la desigualdad. Está clarísimo”, comentó.