En las redes sociales se ha hecho viral la celebración de Navidad de una familia colombiana que, pese a la separación de padre y madre, decidió pasar la Nochebuena unida, con todo y novios abordo.
Así lo dio a conocer una joven que, uno por uno, fue presentando a: “Mi mamá, mi papá, el novio de mi mamá, el suegro de mi mamá, los exsuegros de mi mamá, la familia de mi papá, la excuñada de mi mamá, la exnovia de mi hermano y el amigo de mi hermano”.
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Lejos de dejarse llevar por los sentimientos negativos, propios de una separación, padre y madre continuaron siendo amigos, al punto en el que se sienten cómodos con sus parejas actuales y con sus ex en la misma habitación.
Un logro familiar que no pasó desapercibido en las redes sociales, donde, de acuerdo con las reacciones de otros usuarios, sería cada vez más común encontrarse con este tipo de familias en reuniones y fechas especiales.
Roles de género fluidos y padres que se cuestionan si quieren serlo: radiografía de las nuevas estructuras familiares
Según un estudio realizado por McCann Worldgroup Truth Central, los cambios profundos y acelerados en las estructuras familiares están transformando la concepción tradicional de la familia. Esta evolución, que no se limita al modelo de “mamá, papá e hijos”, busca reflejar una diversidad mucho mayor de estructuras familiares, lo que también tiene implicaciones comerciales para las marcas, según explicó Fernando Fascioli, presidente de McCann Worldgroup Europa y Reino Unido. “La importancia de este trabajo es representar la mayor cantidad de tipos de familia que hay en el mundo”, agregó.
El informe titulado ‘La verdad de las familias modernas’, que incluyó a 55.000 participantes de 28 países, entre ellos varios latinoamericanos, aborda cuestiones como las nuevas identidades de padres y madres, el rol de la tecnología en la vida familiar y las dinámicas de las jerarquías en el hogar. Este trabajo no solo tiene una dimensión sociológica, sino que también ofrece datos clave para que las marcas puedan diseñar estrategias que conecten con las necesidades y valores de las familias contemporáneas.
Uno de los datos más reveladores está relacionado con la parentalidad: el 47% de los progenitores encuestados confesó haber cuestionado la decisión de tener hijos, mientras que el 35% de las personas a nivel mundial afirmó no tener planes de ser padres. Para Fascioli, este fenómeno refleja cómo las familias ya no dependen necesariamente de la presencia de hijos. Hoy, pueden estar compuestas por quienes deciden no tener descendencia o incluso por quienes incorporan a las mascotas como miembros clave del hogar.
En este contexto, las diferencias culturales sobre lo que define a una familia también son significativas. Según el estudio, mientras en Asia predomina la idea de que los lazos biológicos son fundamentales, en América Latina hay una mayor apertura hacia la familia por elección.
Fascioli destacó que esta flexibilidad en la región incluye no solo a los parientes biológicos, sino también a los “tíos y tías de cariño”. Este enfoque refleja una visión más amplia y dinámica del concepto de familia, que no siempre es fácil de entender sin observar sus implicaciones.
Los roles de género en la crianza también fueron analizados. El informe muestra una mayor involucración de los padres en las dimensiones físicas, mentales y emocionales de la educación de los hijos, aunque persisten estereotipos tradicionales. Por ejemplo, el 61 % de los encuestados cree que el cuidado de los niños debe ser una tarea compartida, y el 59 % afirma que hablar de problemas es responsabilidad de ambos. No obstante, el 65 % de los hombres considera que las mujeres deberían encargarse de la cocina, y el 72 % sostiene que ellos deben ser el principal sostén económico. Además, prejuicios ligados a actividades infantiles y colores permanecen: el 61 % de los padres varones cree que los niños no deberían jugar con muñecas, y el 51 % opina que no deberían usar el color rosa.
Por último, el papel de este tipo de investigaciones no se limita a entender la evolución de las familias modernas. Fascioli subraya que también busca generar un impacto en la sociedad y en las marcas. “La comunicación se traduce en un impacto en el negocio y permite jugar un rol significativo en la vida de la gente”, concluyó el directivo.