En la tarde del jueves 26 de diciembre, Bogotá vivió una jornada de intensas lluvias que, como se ha vuelto costumbre, colapsó una parte de la ciudad, afectando principalmente la movilidad.
Precisamente, el centro de la capital colombiana fue uno de los más afectados por las precipitaciones de más de una hora y media. Según la Secretaría de Movilidad, se registraron encharcamientos en la carrera 36 con avenida Américas, en la localidad de Puente Aranda; además, en la avenida Boyacá con carrera 24.
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De mismo modo, la situación más compleja se vivió en el deprimido de Bicentenario, donde la inundación de esa zona restringió la operación habitual del servicio de transporte público de TransMilenio.
“Por inundación en el deprimido de la estación Bicentenario por fuertes lluvias, situación que ya fue atendida por las autoridades correspondientes, los servicios de TransMilenio en la troncal Carrera 10 pueden tener retrasos”, fue el reporte de TransMilenio, vía X.
El torrencial aguacero provocó que los conductores redujeran la velocidad, generando tráfico lento. Además, algunos vehículos presentaron fallas, como el caso de un tractocamión varado en la autopista sur con carrera 73, en la localidad de Bosa; y un camión varado en la avenida Ciudad de Cali con calle 19, en sentido sur-norte.
Por su parte, desde el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) afirmaron que los sectores que se vieron impactados por las fuertes precipitaciones fueron Usaquén, Suba, Chapinero y Barrios Unidos.
Cabe recordar que, el Acueducto Bogotá hizo un llamado a los ciudadanos a que eviten la disposición inadecuada de desechos y residuos sólidos, pues esta mala práctica afecta gravemente el sistema de alcantarillado, provocando encharcamientos e inundaciones. Del mismo modo, informaron que durante 2024 han retirado alrededor de 94.000 toneladas de residuos de pozos, sumideros y demás estructuras “con el fin de evitar emergencias por las lluvias“, complementaron.
Pese a las lluvias, es lamentable el panorama del sistema de embalses que surte de agua a Bogotá
La CAR Cundinamarca destacó la importancia de mantener el ahorro de agua en Bogotá durante la temporada navideña, especialmente frente al impacto del cambio climático. Según Alfred Ballesteros, director de la entidad, “es responsabilidad de todos adaptarnos y proteger el recurso hídrico, un elemento clave para nuestra seguridad y bienestar”. Enfatizó también la necesidad de prepararse para la temporada seca que se avecina.
La entidad hizo un llamado tanto a las empresas prestadoras de servicios públicos como a los ciudadanos. Instó a implementar planes de contingencia y fomentar un uso eficiente del agua. Entre las recomendaciones para los hogares, Ballesteros sugirió medidas simples como cerrar el grifo mientras se lava, reutilizar agua para riego o recolectar agua lluvia, acciones que podrían generar un impacto positivo.
Actualmente, los niveles del sistema Chingaza, crucial para el abastecimiento hídrico de Bogotá y municipios cercanos, han caído de manera alarmante. A finales de noviembre, las lluvias permitieron una leve recuperación, pero diciembre registró una disminución significativa en las precipitaciones. El sistema Chingaza se encuentra en un 47,84%, mientras que los embalses del agregado norte están en un 56%. La Corporación advirtió que esta tendencia podría generar riesgos de desabastecimiento en los primeros meses de 2025.
Ballesteros explicó que los pronósticos del Ideam confirman un período seco que abarcará enero y febrero. La caída en los niveles de almacenamiento hídrico es una de las consecuencias directas. “En noviembre tuvimos un incremento en las precipitaciones que permitió una ligera recuperación de los embalses, pero la situación se ha agravado con la llegada de diciembre”, señaló el funcionario.
De acuerdo con los registros de la CAR, al iniciar diciembre los embalses del sistema Chingaza estaban en un 52,59 %. No obstante, para el 25 de diciembre ya habían descendido al 48,16 %, y las últimas horas reflejaron una nueva caída hasta el 47,84 %. Ante este panorama, la Corporación insistió en la urgencia de tomar medidas para prevenir desabastecimientos y proteger un recurso vital para la región.