La Confederación General del Trabajo (CGT) pidió al Gobierno Nacional analizar las posibles consecuencias del aumento del 9,54 % en el salario mínimo para 2025, decretado recientemente por el presidente Gustavo Petro, de acuerdo a información conocida por la emisora colombiana W Radio.
Según la organización sindical, esta decisión podría tener efectos significativos tanto en la inflación como en la estabilidad del empleo formal en el país.
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A través de un comunicado, la CGT destacó que el incremento es una cifra considerable en comparación con la inflación proyectada para el año, lo que podría repercutir en la economía de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), que representan cerca del 80 % del empleo formal en Colombia.
“Deberemos evaluar a mediano plazo su impacto sobre la inflación y el empleo, ya que de ser al alza la primera elevaría el costo de la vida en los propios trabajadores y disminuiría la capacidad de compra de todos los colombianos; y en el caso del empleo formal de ser a la baja afectaría a la sociedad en general, incluidas las organizaciones sindicales”, expresó la CGT.
El sindicato subrayó que, si bien el ajuste salarial puede significar un alivio temporal para los trabajadores, también podría desencadenar un aumento en los costos de vida y afectar la creación de nuevos puestos de trabajo.
Además, advirtió sobre el riesgo de que las empresas se vean obligadas a reducir sus plantillas laborales, poniendo en riesgo empleos ya existentes.
En respuesta a este panorama, la CGT solicitó al Gobierno implementar medidas concretas que beneficien a las MIPYMES, como alivios tributarios y arancelarios, para ayudar a este sector a enfrentar el incremento de costos derivados del aumento salarial.
Según el sindicato, estas acciones son esenciales para garantizar que el ajuste no se convierta en un obstáculo para la recuperación económica del país.
“Nuestra invitación es a ser precavidos en las políticas gubernamentales que al final puedan afectar negativamente la reactivación económica”, concluyó la organización.
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El debate en torno al aumento del salario mínimo sigue generando posturas divididas entre diferentes sectores. Por un lado, el Gobierno defiende la medida como una acción necesaria para mejorar las condiciones de los trabajadores. Por otro, las organizaciones empresariales y algunos sindicatos, como la CGT, advierten sobre sus posibles repercusiones negativas en la economía y el mercado laboral.