La vulneración de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes por parte de las guerrillas en Colombia persiste, a pesar de que el Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, está adelantando conversaciones de paz con varias de ellas. Entre ellas está el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc, comandadas por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco.
El grupo armado incumplió en múltiples ocasiones el cese al fuego bilateral temporal decretado entre las delegaciones, por lo que este fue levantado en tres departamentos, lo que ha permitido que el Ejército Nacional adelante operaciones en contra de los integrantes de la organización criminal. Asimismo, estos han estado ejecutando acciones violentas en contra de la población civil y de la fuerza pública.
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En medio de la incertidumbre que gira en torno al futuro de las negociaciones de paz entre el Gobierno Petro y las disidencias de Iván Mordisco, las autoridades han estado denunciando los ataques terroristas y delitos cometidos por la guerrilla. El hecho de violencia más reciente que se le atribuye a la organización armada es el asesinado de un niño de 15 años. Los hechos se registraron en el corregimiento de El Plateado, ubicado en el municipio de Argelia (Cauca).
De acuerdo con el comandante de la Tercera División del Ejército Nacional, brigadier General Federico Mejía, guerrilleros de la estructura armada Carlos Patiño mataron al menor de edad como represalia por haberse negado a ser reclutado de manera forzada. Según explicó el uniformado, un hombre conocido como alias Cristian estaría detrás del asesinato del niño.
Los hombres armados sacaron al menor de su vivienda, en chanclas, queriendo obligarlo a unirse a sus filas criminales. Sin embargo, el niño logró escapar de sus captores, pero, después, fue alcanzado por ellos y recibió cuatro impactos de bala.
“Un niño que pretendía gozar del derecho a la niñez, un niño que solamente decidía querer ser niño”, explicó el comandante a varios medios de comunicación.
Los asesinatos de jóvenes que se resisten al reclutamiento forzado no son nuevos en Cauca. En julio de 2024, nueve menores fueron asesinados por las disidencias de las Farc luego de que escaparan de sus filas, a las que habían llegado de manera forzada.
El grupo que escapó estaba compuesto por 10 niños, de los cuales solo sobrevivió uno, que relató los hechos, en conversación con la revista Semana. Según contó, tanto él como su hermano fueron reclutados forzadamente por las disidencias y, en vista de que no querían seguir allí, planearon la manera de escapar. El 24 de julio de 2024, partieron junto con los demás compañeros, que tenían entre 13 y 14 años.
Luego de caminar durante días, hallaron una carretera y pensaron que sería el camino para regresar a sus casas a salvo. Pero no fue así. “Cuando ya vimos la vía hacia Popayán, nos alegramos, pero fue en vano. Avanzamos pocos metros cuando ya esa gente nos estaba esperando; el conductor nos entregó. El retén estaba frente a una escuela de una vereda que se llama La Paz, allí mismo nos dispararon. Yo sentí el disparo en el pecho y salí a correr, pero a los otros les amarraron los pies, les dispararon y luego los montaron en una camioneta de platón para ir a enterrarlos”, contó el menor.
El sobreviviente fue herido en el pecho, pero pudo huir y llegar a Popayán luego de cuatro días de caminata, evitando a las personas y desconfiando de todos. “Lo que más rabia me da es que yo estuve ahí, pero no pude hacer nada para defender a mi hermano. Me lo mataron”, expresó al medio.