Un trágico caso que pone en evidencia los riesgos del uso de aplicaciones de citas, especialmente para turistas y extranjeros, se presentó en las últimas horas en Medellín. Javier Vásquez, ciudadano ecuatoriano de 37 años, fue hallado sin vida en el interior de un hotel tras haber desaparecido el pasado 22 de diciembre.
Según pudo confirmar Blu Radio, la última vez que se le vio con vida fue tras acudir a un bar en compañía de una mujer que conoció a través de una plataforma de citas en línea.
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Vásquez había viajado a Medellín junto a su familia para disfrutar de las festividades navideñas. La noche de su desaparición, decidió encontrarse con una mujer en el sector de El Poblado, conocido por su activa vida nocturna. Según informaciones recopiladas, ambos estuvieron en el bar La Chula, ubicado cerca del hotel donde se hospedaba con sus seres queridos.
Tras no regresar aquella noche, su familia reportó la desaparición a las autoridades. La preocupación aumentó luego de que, durante la madrugada del 23 de diciembre, se registraran compras por 2.000 dólares con la tarjeta de crédito del entonces desaparecido. Estas transacciones, destinadas a la adquisición de tecnología, fueron incorporadas a la investigación como una posible pista sobre el paradero del ecuatoriano.
Desde entonces, el teléfono de Vásquez permaneció apagado, lo que dificultó la comunicación con él. Su familia, además de proporcionar detalles de su vestimenta –una camisa blanca, pantalón azul oscuro de gabardina y tenis blancos– y de sus tatuajes distintivos, hizo un llamado público para obtener información que ayudara a encontrarlo. Sin embargo, los esfuerzos no impidieron el trágico desenlace del ciudadano extranjero.
Tras el hallazgo del cuerpo de Vásquez en un hotel, las autoridades han intensificado la investigación para determinar las circunstancias exactas de su muerte. Las cámaras de seguridad del sector y las transacciones con su tarjeta de crédito son piezas clave en el esclarecimiento del caso.
El caso de Javier Vásquez ha puesto nuevamente en el foco público el uso de la escopolamina, también conocida como ‘burundanga’, una droga utilizada con frecuencia en delitos de robo o secuestro. Y es que Medellín, pese a ser un destino atractivo para el turismo, enfrenta retos significativos en materia de seguridad; es por ellos que los visitantes deben estar informados sobre las dinámicas locales y actuar con cautela frente a este tipo de delitos comunes en la ciudad.
Las autoridades han identificado un patrón en el que delincuentes aprovechan aplicaciones de citas para seleccionar a sus víctimas, especialmente turistas que, por desconocer las medidas de seguridad, son más vulnerables.
La escopolamina anula la voluntad de quienes la ingieren y puede causar confusión, pérdida de memoria a corto plazo y somnolencia extrema. Esto facilita que los delincuentes cometan robos sin resistencia. En algunos casos, las víctimas ni siquiera recuerdan lo ocurrido. En Medellín, a pesar de los esfuerzos de la Policía Metropolitana, estos incidentes continúan siendo frecuentes.
Las autoridades recomiendan a quienes usan aplicaciones de citas en la ciudad extremar las precauciones: evitar encuentros en lugares privados, informar a terceros sobre sus planes y mantener la comunicación constante con personas de confianza. Además, en caso de sospecha de intoxicación con escopolamina, es fundamental buscar ayuda médica de inmediato y alertar a las autoridades.
Este trágico episodio también resalta la importancia de fortalecer las campañas de prevención y la necesidad de acciones concretas por parte de las autoridades para proteger a los turistas y residentes por igual. Mientras las investigaciones en el caso de Javier Vásquez continúan, queda la reflexión sobre cómo prevenir que más personas sean víctimas de estos lamentables hechos.