Con el reciente anuncio del aumento del salario mínimo en Colombia, que experimentará un incremento del 9,54 % en 2025, se proyecta un impacto significativo en los presupuestos de los hogares y en diversas áreas de la economía nacional. Este ajuste, que forma parte de las discusiones anuales entre el Gobierno, los gremios y los sindicatos, trae consigo un conjunto de incrementos que se empezarán a sentir desde los primeros días de enero y se extenderán, en muchos casos, hasta mediados del año.
Varios productos y servicios que se encuentran indexados al salario mínimo verán un aumento paralelo. Así lo indicó en diálogo con La República David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza Valores. Entre ellos se destacan los costos asociados al sistema de salud, como los copagos en las Entidades Prestadoras de Salud (EPS), que representan una parte del valor de los servicios solicitados por los usuarios. Asimismo, también se esperan alzas en los pasajes de transporte público y en las multas de tránsito, además de otros servicios legales y judiciales que utilizan el salario mínimo como referencia, como las tarifas notariales y los derechos de petición económica.
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“Algunos productos están indexados a la inflación y otros al salario mínimo, en este último, se reconocen algunos como reparaciones, mantenimiento de algunos vehículos y temas también de medicina”, señaló el profesional.
Otro aspecto que experimentará ajustes son los servicios ofrecidos por trabajadores independientes, entre ellos terapeutas y mecánicos, cuyos honorarios suelen estar atados al salario mínimo o calculados en proporción a este. También se verán afectados los aportes a la pensión mínima, los pagos voluntarios al sistema de seguridad social y algunos subsidios otorgados por el Estado.
Como parte de estas transformaciones, el Gobierno también trabaja en un esfuerzo por desindexar ciertos bienes y servicios de los aumentos automáticos vinculados al salario mínimo. Según informaciones oficiales, ya se han identificado al menos 188 productos que no se verán afectados por el incremento, y continúa la revisión para ampliar esta lista aún más. La preocupación principal radica en áreas como la vivienda y los microcréditos, que han mostrado dificultades recientes, especialmente en su accesibilidad para los hogares de menores ingresos.
El aumento del salario mínimo tiene implicaciones complejas en la economía. Si bien busca mitigar el impacto de la inflación en los ingresos de los trabajadores, también genera tensiones para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, que pueden enfrentar dificultades para absorber los mayores costos laborales. Esto podría traducirse en efectos adversos sobre el empleo, especialmente en sectores con márgenes de ganancia más reducidos.
Además, los ajustes salariales también pueden influir en la inflación misma, al generar presiones al alza en los precios de productos y servicios. Sin embargo, el objetivo central sigue siendo proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y garantizar que los aumentos en los ingresos mantengan el ritmo de los incrementos en el costo de vida.
A medida que se implementan estas medidas, el Gobierno mantiene un monitoreo constante para equilibrar los beneficios económicos y sociales del aumento del salario mínimo con los posibles desafíos que puede representar para el mercado laboral y la estabilidad de los precios. Este delicado balance será clave para mitigar las consecuencias negativas
No han sido pocos los pronunciamientos de gremios empresariales luego del anuncio navideño del presidente Petro de subir el mínimo en 9,54%.
“Casi siempre se trata de hacer anuncios que mucha gente puede celebrar, pero termina generando inmensos costos para toda la sociedad en el futuro, especialmente para los más vulnerables. Eso no es nuevo, eso ya lo han puesto en práctica muchos mandatarios de muchos lugares del planeta, y los resultados siempre son más pobreza, menos desarrollo, más desempleo, más costo fiscal para el Estado, y finalmente desespero de los gobernantes”, señaló Bruce Mac Master, de la Andi.