El presidente Gustavo Petro decretó un aumento del 9,54% en el salario mínimo para 2025, lo que representa un incremento de 123.500 pesos, elevando el salario a 1.423.500 pesos. Con el auxilio de transporte incluido, el monto asciende a 1.623.500 pesos. La medida generó una fuerte reacción en diversos sectores, dividiendo opiniones sobre sus implicaciones económicas y sociales.
Desde la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco) se calificó el aumento como “totalmente elevado y populista”. El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, expresó que este incremento es una estrategia del presidente Petro para ganarse el apoyo de los trabajadores y sindicatos, sin respaldo técnico ni social.
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El exministro de Hacienda y Agricultura Juan Camilo Restrepo reaccionó al anuncio del presidente sobre el ajuste del 9,54% al salario mínimo para 2025, señalando que, este incremento es “dos puntos porcentuales superior a lo que resulta defensable desde el punto de vista técnico, dada la dinámica positiva que trae la inflación en Colombia”, también consideró que es “inferior al que se temía iba a imponer este gobierno de rasgos populistas”. Restrepo destacó así la tensión entre las necesidades sociales y las realidades económicas del país.
Por su parte, José Ignacio López, presidente del Centro de Estudios Económicos Anif, afirmó que en Colombia existe una correlación histórica entre los aumentos excesivos del salario mínimo y la impopularidad de los presidentes. Según López, “los presidentes más impopulares tienden a decidir aumentar más el salario mínimo”, sugiriendo que estas medidas podrían ser una estrategia para ganar apoyo popular en momentos de baja aprobación.
El vicepresidente del Consejo Privado de Competitividad, Daniel Gómez Gaviria, expresó su preocupación por el aumento decretado por el presidente Gustavo Petro. Según Gómez Gaviria, esta medida “beneficia a una pequeña minoría de trabajadores”, pero para “la mayoría, y en particular los más vulnerables”, tendrá efectos negativos, como “más exclusión y menos posibilidades de participar en el mercado laboral formal”.
En la misma línea, la postura del Observatorio Fiscal y el Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana señaló que el aumento del 9,54% al salario mínimo beneficiará directamente solo al 17% de los trabajadores, aquellos que ganan el mínimo, empleados públicos y altos funcionarios. El 83% restante, principalmente trabajadores informales o con salarios bajos, no verá mejoras sustanciales y seguirá enfrentando precariedad y exclusión.
Los expertos advierten que 2025 no será un año favorable para la formalización del empleo, y podría incluso generar un aumento en el desempleo y la no participación laboral. Además, el crecimiento económico de los salarios no alcanzará a seguir el ritmo del incremento, lo que provocará una caída en los salarios promedio, tanto formales como informales, similar a la tendencia observada entre 2013 y 2023.
Javier Díaz, presidente de Analdex, criticó fuertemente el aumento del salario mínimo decretado por el Gobierno. Según Díaz, al considerar tanto el incremento en el salario como el aumento en el auxilio de transporte, el ajuste real es considerablemente alto, lo que podría tener graves consecuencias para la economía. “Es muy alto el incremento cuando la inflación, que ha sido causada por diversos factores, sigue afectando, y esto castigará a la economía formal, reducirá el empleo formal y aumentará la inflación el próximo año”, afirmó Díaz. Además, destacó que este aumento podría retrasar la reducción de las tasas de interés, como se esperaba. “Realmente es muy grave lo que acaba de hacer el gobierno”, concluyó.
Por otro lado, desde el Congreso, la senadora Sandra Ramírez respaldó firmemente la medida, destacando que este aumento significa un paso hacia la dignificación de la vida de los trabajadores colombianos. “El Salario Mínimo para el 2025 será de $1.423.500 y con auxilio de transporte quedará en $1.623.500 mensual. Un incremento del 9.54%, esto significa dignificar la vida de la clase trabajadora de nuestro país para que tengan mayor poder adquisitivo”, aseguró la senadora.
Además, Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), calificó el aumento del salario como una medida “realmente importante y significativa”. Según Arias, este incremento representa “un paso clave para reducir la grave brecha salarial que dejaron los gobiernos neoliberales”.
Para muchos trabajadores, el incremento será un alivio, especialmente en un contexto de alta inflación y costos de vida elevados. Organizaciones sindicales expresaron su satisfacción con la medida, al considerar que es un paso hacia el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y una respuesta a sus exigencias de mejoras salariales.
A medida que el debate continúa, la discusión sobre el impacto de esta decisión en la economía nacional y su sostenibilidad a largo plazo sigue siendo un tema de intensa polarización entre diferentes sectores políticos y económicos del país.