El escenario económico para los propietarios de viviendas en Colombia en 2025 se presenta cada vez más desafiante debido al aumento en los costos de los materiales para remodelaciones y mejoras residenciales. Según un análisis reciente de la plataforma AcabadosVIS.com, se proyecta que los precios de estos materiales subirían un 15%, lo que dificultaría considerablemente las posibilidades de acondicionar los hogares. Esta estimación genera preocupación entre los propietarios, quienes ya enfrentaron un incremento de hasta el 45% en 2024.
Entre los materiales con mayores aumentos destacan los porcelanatos y las baldosas importadas. Según el informe, el alza en estos productos no solo es consecuencia de las condiciones económicas locales, también de factores internacionales, como los efectos remanentes de la pandemia y las variaciones en los mercados globales. Estos elementos contribuyeron significativamente al encarecimiento de los acabados, afectando tanto a los hogares como a la industria de la construcción.
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El análisis también advierte que la posibilidad de realizar remodelaciones en las viviendas sería cada vez más limitada si continuaba esta tendencia. Aunque muchos colombianos mantienen el anhelo de mejorar sus viviendas, los altos costos representaban un obstáculo creciente.
Entre los principales factores que complicaron la situación económica para los propietarios de viviendas y aquellos interesados en realizar remodelaciones en el país, se encuentran diversos aspectos económicos y sociales que impactaron directamente los costos. En primer lugar, la inflación ejerció una presión constante sobre los precios de los materiales de construcción y acabados, encareciendo significativamente los proyectos de remodelación en comparación con años anteriores.
Otro elemento que tuvo un papel determinante fue la fluctuación en el valor del dólar, que impactó particularmente a los materiales importados. Las variaciones en la tasa de cambio incrementaron los costos de adquisición de estos productos, encareciendo las remodelaciones para quienes buscaban alternativas de calidad y diseño importado.
Por último, el aumento sostenido en la demanda de remodelaciones complicó aún más el panorama. Muchas familias buscaron mejorar sus hogares tras los cambios generados por la pandemia, lo que incrementó la presión sobre el mercado de materiales y servicios de construcción.
Panorama para 2025
El sector de la vivienda en Colombia presenta una serie de retos hacia el 2025, pero también surgen expectativas positivas, alimentadas por diversas propuestas que podrían reactivar el mercado. Entre las medidas más mencionadas por los expertos se encuentra el respeto por los subsidios anunciados y adquiridos por los hogares, los cuales serían clave para estimular las compras. Además, se señala la importancia de apostar por proyectos sostenibles y de viviendas verdes, que no solo responden a las necesidades de los compradores, también cumplen con las exigencias medioambientales de la actualidad.
Camacol, por su parte, proyecta que el sector podría registrar una recuperación notable, estimando que se venderían unas 180.000 viviendas anuales para 2025. Esta cifra representaba una mejora en comparación con las cifras de años anteriores, cuando el mercado experimentaba una desaceleración.
Guillermo Herrera, presidente de Camacol, detalló en entrevista con el diario La República que factores como la disposición de los hogares a adquirir vivienda, el descenso en las tasas de interés y una inflación más controlada están contribuyendo a un panorama más optimista. “Aspectos como la disposición de los hogares a comprar vivienda y las tasas de interés y la inflación bajando están contribuyendo a que el panorama mejore y haya una posibilidad de equilibrar el sector”, afirmó Herrera.
Aunque el sector aún enfrenta dificultades, la reducción en las tasas de interés y la menor inflación son vistas como elementos clave para equilibrar la dinámica del mercado. Estas condiciones, junto con las políticas propuestas para impulsar la sostenibilidad, ofrecen la esperanza de que el año 2025 podría ser un período de recuperación para la vivienda en el país.