La temporada navideña trae consigo alegría, celebraciones y tradiciones en Colombia, pero también un aumento preocupante en los casos de quemaduras por pólvora. En Bogotá, este problema se ha intensificado, alcanzando cifras alarmantes que reflejan una realidad que afecta tanto a niños como a adultos.
Con corte al 22 de diciembre, el Observatorio de Salud de Bogotá reportó 71 casos de personas quemadas con pólvora, un incremento del 39.22% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Ante este panorama, Patricia Gutiérrez, doctora de la Unidad de Quemados de la Subred Norte, compartió consejos vitales para prevenir estos accidentes y actuar adecuadamente cuando ocurren.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
La doctora Gutiérrez destacó que, además del uso de pólvora, las festividades de fin de año también traen consigo un aumento en accidentes domésticos relacionados con la cocina. La preparación de alimentos tradicionales como los buñuelos y la natilla puede convertirse en un peligro para los más pequeños.
“Esta es una época en que hay mucha accidentalidad en el hogar, especialmente por todas las festividades. Entonces, la recomendación que hacemos es cuidado con la cocina, al elaborar los buñuelos, al hacer las comidas. No se debe permitir que los niños estén cerca de estas actividades, porque cada año aumenta el número de pacientes lesionados por esta razón”, enfatizó.
La doctora recordó que nadie debería pasar la Navidad en un hospital por una quemadura prevenible. La pólvora, aunque atractiva en celebraciones, es uno de los principales responsables de estas tragedias.
Actuar con prontitud y precaución ante quemaduras
En caso de que una persona sufra quemaduras por pólvora, la respuesta inicial es crucial para minimizar el daño y prevenir complicaciones. Gutiérrez destacó que las quemaduras son patologías complejas, cuyo impacto puede extenderse más allá de los tejidos afectados.
“Es muy importante no contaminar la quemadura. Entonces, no asistir a la farmacia ni seguir recomendaciones tradicionales como ponerle azúcar, café, aceite o aloe vera. Estas prácticas pueden empeorar la lesión”, explicó.
La experta recomendó actuar de inmediato de la siguiente manera:
- Lavar la herida con agua limpia: es fundamental usar solo agua corriente para limpiar la zona afectada.
- Cubrir con un paño limpio: esto ayuda a proteger la quemadura de contaminantes externos mientras se busca atención médica.
- Acudir al centro asistencial más cercano: la consulta médica debe ser inmediata, ya que las quemaduras pueden parecer superficiales al principio, pero con el tiempo comprometen más tejidos y el organismo en general.
“No se debe esperar uno, dos o tres días para buscar ayuda. Las quemaduras son complicadas y requieren atención profesional desde el inicio”, advirtió Gutiérrez.
Un problema que afecta a los más vulnerables
Los niños son particularmente susceptibles a sufrir quemaduras por pólvora, ya sea por manipulación directa o por exposición accidental. En casos extremos, estos accidentes pueden ser fatales. Un ejemplo trágico es el caso de un niño de seis años en Barrancabermeja, quien falleció por intoxicación tras consumir pólvora.
Estos incidentes subrayan la importancia de educar a la población sobre los riesgos asociados a la pólvora y la necesidad de implementar medidas preventivas estrictas.
Para evitar tragedias, la doctora Gutiérrez hizo un llamado contundente a evitar el uso de pólvora durante las festividades. “La mejor manera de protegernos y proteger a nuestros seres queridos es eliminando la pólvora de nuestras celebraciones. Hay muchas formas de disfrutar las fiestas sin poner en riesgo nuestra salud o la de los demás”, dijo.
Las autoridades locales también han intensificado las campañas de sensibilización para prevenir el uso de pólvora, especialmente entre los menores de edad. Además, se han implementado controles más estrictos para evitar la comercialización ilegal de estos productos.
Las festividades navideñas son una oportunidad para compartir momentos especiales con familiares y amigos, pero también exigen precaución y responsabilidad. Evitar el uso de pólvora, mantener a los niños alejados de actividades peligrosas y actuar rápidamente en caso de emergencias son pasos esenciales para garantizar unas fiestas seguras y felices.
La doctora Gutiérrez concluyó con un mensaje de esperanza: “Cuidemos de nosotros mismos y de quienes amamos. La Navidad debe ser un momento de alegría, no de dolor. Juntos podemos hacer la diferencia”.