En la mañana del miércoles 4 de diciembre se confirmó que Fabio Ochoa, uno de los líderes del cartel de Medellín, que además llegó a ser uno de los hombres de mayor confianza de Pablo Escobar, quedó en libertad tras cumplir una condena de 26 años de prisión en una cárcel de Estados Unidos.
No obstante, existía cierta duda sobre si el excapo regresaría al territorio nacional luego de recuperar su libertad, pero luego de más de dos semanas de salir del centro penitenciario en el que permanecía recluido desde mediados de 2001, se confirmó que Ochoa sí volverá a Colombia.
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Según explicaron en W Radio, la llegada del que fuera uno de los hombres de mayor confianza de Pablo Escobar está programada para el próximo lunes 23 de diciembre de 2024 en horas de la tarde.
Al parecer, la familia del excapo había buscado que su deportación se cumpliera en un vuelo chárter directamente hacia Medellín; sin embargo, el mismo medio explicó que Ochoa Vásquez llegará a Bogotá.
Dicho procedimiento se registraría luego de que el director de la Policía Nacional, William René Salamanca, confirmó que Fabio Ochoa sí regresaría al país tras cumplir con su condena en Estados Unidos.
Fabio Ochoa, uno de los líderes del Cartel de Medellín
Fabio Ochoa Vásquez, nacido el 2 de mayo de 1957 en Medellín, creció en el seno de una familia acomodada de Antioquia, vinculada al sector agropecuario. Sin embargo, su destino cambió radicalmente al asociarse con Pablo Escobar y sus propios hermanos, Jorge Luis y Juan David Ochoa Vásquez, con quienes fundó el Cartel de Medellín, una de las organizaciones criminales más poderosas y temidas de la historia del narcotráfico.
Uno de los episodios más oscuros en la trayectoria de Ochoa Vásquez se registró en febrero de 1986, cuando fue implicado en el asesinato de Barry Seal, un ex piloto del Cartel de Medellín que se había convertido en informante de la DEA. Este crimen, que tuvo lugar en los Estados Unidos, evidenció la capacidad del cartel para operar más allá de las fronteras colombianas y eliminar a quienes consideraban una amenaza para sus actividades ilícitas.
Además, según consignó el medio, Fabio Ochoa fue acusado de liderar una operación de contrabando que introducía aproximadamente 30 toneladas de cocaína al mes en territorio estadounidense entre 1997 y 1999.
En los años 2000, las autoridades mexicanas también identificaron vínculos entre Fabio Ochoa y el Cartel del Milenio, una organización criminal que operaba en México. Aunque los detalles de esta relación no fueron ampliamente documentados, esta conexión subrayó la expansión de las redes del narcotráfico colombiano hacia otros países de la región, consolidando su influencia en el comercio internacional de drogas.
El declive de la carrera criminal de Fabio Ochoa comenzó en 1990, cuando el entonces presidente colombiano César Gaviria Trujillo promulgó el decreto 2.047, una medida que ofrecía beneficios legales a los narcotraficantes que decidieran entregarse a las autoridades y reintegrarse a la sociedad.
Aunque esta política buscaba debilitar a los carteles mediante la desmovilización de sus miembros, no logró frenar por completo las actividades ilícitas de Ochoa Vásquez, que continuó involucrado en el tráfico de drogas durante la década siguiente.
Finalmente, en octubre de 1999, Fabio Ochoa fue capturado por las autoridades colombianas, marcando el inicio de su proceso judicial. Dos años después, el 28 de agosto de 2001, el presidente Andrés Pastrana aprobó su extradición a los Estados Unidos, donde enfrentó cargos por conspiración, tráfico de drogas y otros delitos relacionados. La extradición se concretó el 8 de septiembre de ese mismo año, y en 2003, un tribunal estadounidense lo sentenció a 30 años de prisión, poniendo fin a su participación en el narcotráfico.