A través de las redes sociales, se conoció que presuntos miembros de las disidencias del frente 33 de las Farc llegaron hasta el barrio Los Estoraques, ubicado en Cúcuta (Norte de Santander) para entrega regalos de Navidad.
Según información de la comunidad, estas personas repartieron muñecas, carros y dulces a menores de edad y a sus familiares.
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De acuerdo con las imágenes reveladas, los integrantes de las disidencias estaban vestidos de civil, uno de ellos con camiseta verde y gorra blanca. Además, el vocero de la frente 33 pidió a los menores de edad y sus acompañantes hacer la fila para recibir el respectivo presente.
En el video se puede escuchar cuando esta persona expresó: “Feliz Navidad para todos. Vayan saliendo (de la fila). No armen alboroto. A los niños y niña que les van dando, van saliendo, por favor”.
En medio de la entrega de los obsequios, los guerrilleros registraron la acción en sus celulares mientras detallaron que fue parte de la gestión por medio de sus comandantes: “Un fuerte abrazo les desea las Farc – EP. Queremos repartir este pequeño detalle, con mucho cariño, de parte del caramada Jhon (Mechas), Richard y Andrey”.
De inmediato, en las redes sociales reaccionaron ante el suceso, “y pensar que estos mismos, que hoy día dan un regalo a un niño el día de mañana, vuelven por ellos y se los llevan, para su organización subversiva. ¡Muy triste que estás mamás, no piensan! 😞”; “Por varios barrios de Cúcuta pasaron dando regalos en las cuadras y los niños que veían por hay les daban. Algo raro, pero le sacaron sonrisas a niños”; “Qué vergüenza, que gran deterioro de poder estatal tenemos”; “La inocencia de los niños y la orfandad del estado”; “Y el alcalde sigue brillando por su ausencia”; “La delincuencia llamada de muchos nombres se disfraza de solidario para desplazar a la verdadera justicia”: fueron algunos de los mensajes.
Disidentes piden regalos a comerciantes para dar a los niños en Navidad
A inicios de diciembre, en el norte del Cauca, disidencias de las Farc solicitaron a los comerciantes locales la entrega de hasta 200 regalos para niños y niñas de la región para esta Navidad.
Según reportes de las autoridades y medios regionales, este grupo armado ha solicitado a los comerciantes locales la entrega de hasta 200 regalos con el objetivo de distribuirlos entre niños y niñas de la región para las festividades decembrinas. En municipios como Corinto, Caloto, Toribío y Miranda, se han distribuido volantes en los que se describe esta petición como una “colaboración”.
De acuerdo con la comunicación difundida por el grupo, el mensaje firmado por el denominado “comandante Darío” asegura: “Lo invitamos respetuosa y amablemente nos brinde una colaboración de 200 regalos los cuales servirán para brindar alegrías y sonrisas a muchos niños que lo necesitan”, según citan reportes oficiales.
Las autoridades, sin embargo, han rechazado esta solicitud y consideran que no es más que una estrategia de presión para favorecer intereses de los disidentes armados.
El general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército, expresó su indignación ante esta situación, calificándola como una muestra de descaro: “Lo que vemos es el descaro de esta estructura de requerir regalos por parte del comercio para celebrar un evento o una fecha como esta para favorecer al Bloque Occidental Jacobo Arenas”, comentó Mejía en declaraciones recogidas por las autoridades locales.
Esta no es la primera vez que ocurren hechos similares en la región. Según líderes comunales e indígenas del norte del Cauca, en octubre se vivió una situación equivalente cuando grupos armados contactaron a comerciantes, ganaderos y comunidades locales para solicitar contribuciones en regalos para los menores.
En aquella ocasión, los requerimientos fueron realizados mediante boletas de citación distribuidas en los hogares de los habitantes, las cuales estaban firmadas por un supuesto miembro del bloque occidental conocido como Matamba.
Los detalles de esas boletas especificaban la fecha de una reunión programada para el 25 de noviembre, un encuentro en el que los comerciantes debían recibir directrices para cumplir con las solicitudes.