La senadora María Fernanda Cabal, miembro del partido Centro Democrático, es una de las voces más destacadas en el escenario político colombiano en lo que respecta a la oposición del Gobierno, pero su postura provida es un tema recurrente en su discurso público, y en su reciente intervención a través de un video en su cuenta en X, explicó las razones que la han llevado a asumir esta posición.
Según la congresista, su postura no solo se fundamenta en su creencia religiosa, sino en una experiencia personal que, según ella, cambió su visión sobre el tema del aborto.
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Cabal comenzó su relato al señalar que su convicción provida tiene un componente religioso significativo: “Porque soy creyente y porque la vida nos la dio Dios y hay que respetar eso, por un lado”. Esta afirmación reflejó su visión de la vida como un don divino, lo que según ella justifica la protección de ella en todas sus etapas.
En este sentido, la legisladora de derecha ha expresado su desacuerdo con las decisiones tomadas por la Corte Constitucional, que despenalizó el aborto hasta la semana 24 de gestación en 2022, una medida que fue celebrada por diversos sectores del activismo en pro de los derechos reproductivos, pero aquellos que se oponen a la decisión se han enfocado principalmente en la duración de ese periodo, que corresponde a unos cinco meses y medio, aproximadamente.
El componente religioso no es el único factor que sustenta la postura de Cabal, pues la senadora también hizo referencia a una experiencia personal que, según ella, le permitió comprender mejor las realidades sociales de las jóvenes que se enfrentan a un embarazo no deseado. En su video, relata un evento que tuvo lugar hace 20 años, cuando visitó una escuela que apoyaba a adolescentes embarazadas.
De acuerdo con Cabal, el establecimiento ofrecía alimentos y otros apoyos a las jóvenes que decidían continuar con su embarazo: “Vi que no solo se alimentaba a niños muy, muy pobres, sino que había muchas muchachas adolescentes con bebés en unos colchones que habían dispuesto debajo de un kiosco. Y yo pregunté quiénes eran, qué hacían allí, y la dueña del establecimiento, que hacía esta labor misional, me dijo que ella lo que hacía era garantizarles a las adolescentes que no abortaran, que la mayoría eran echadas de sus familias, y que ella les ofrecía la alimentación durante el embarazo y después de que los niños nacían”.
Este relato, según sus palabras, fue una de las principales razones que la impulsaron a adoptar una postura provida. Para la senadora, la opción de dar a luz y luego cuidar a los hijos, en lugar de abortarlos, es un camino que debe ser alentado por la sociedad.
Cabal enfatizó que esta experiencia le mostró las posibilidades de acompañar y ayudar a las mujeres embarazadas, especialmente a aquellas en situaciones de vulnerabilidad. En sus palabras, ella observó “la alegría de esas mamás muy jóvenes con sus bebés” y se sintió impactada por la posibilidad de ofrecerles un futuro mejor a esas madres y a sus hijos.
Según la senadora, este testimonio de vida le hizo comprender que, en un contexto donde existen métodos anticonceptivos accesibles y de fácil uso, las mujeres no deberían recurrir al aborto como una opción, sino que deberían tener acceso a alternativas que permitan la continuación del embarazo.
La postura de Cabal también se basa en lo que ella considera una responsabilidad social y personal: “La mujer tiene que entender que su cuerpo tiene que hacerlo respetar, que cualquier decisión trae consecuencias”. Este argumento sugiere que las mujeres, más allá de su derecho a decidir sobre su cuerpo, también deben asumir las consecuencias de sus acciones, en este caso, la decisión de continuar con un embarazo.