Después de 18 meses de parálisis, las esperadas obras de protección costera en Cartagena fueron reactivadas, marcando un hito en la lucha contra la erosión costera y los efectos del cambio climático en esta ciudad icónica del Caribe colombiano. Este ambicioso proyecto, considerado el más importante del país en su categoría, fue inaugurado oficialmente por el alcalde Dumek Turbay Paz durante un recorrido por Playa 3, en Bocagrande, frente al antiguo Hotel Capilla del Mar.
El proyecto cuenta con una inversión total de $58.000 millones, financiada conjuntamente por la Alcaldía de Cartagena, que aportó $22.000 millones, y el Gobierno nacional, con $36.000 millones. De los recursos locales, $9.100 millones están destinados exclusivamente a Playa 3, una zona estratégica donde las constantes inundaciones afectan a residentes y comerciantes.
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Las obras incluirán la construcción de espolones y rompeolas, estructuras diseñadas para proteger el litoral del impacto de las olas y mitigar los efectos de las inundaciones, particularmente en zonas vulnerables como Bocagrande. Estas intervenciones no solo buscan salvaguardar la infraestructura de la ciudad, sino también garantizar la sostenibilidad económica de áreas altamente dependientes del turismo.
El alcalde destacó la importancia del proyecto para la ciudad: “En un año maravilloso para recuperar la confianza, logramos reiniciar las obras de protección costera. Estoy agradecido con Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (Ungrd), quien mostró una gran disposición para destrabar este proyecto crucial para Cartagena”.
Con la maquinaria pesada ya en funcionamiento, se espera que las obras concluyan en noviembre de 2025, coincidiendo con las emblemáticas Fiestas de la Independencia. Además de su impacto ambiental, el proyecto busca dinamizar la economía local. Miles de familias que dependen del turismo esperan que estas obras reduzcan significativamente las afectaciones causadas por el aumento en los niveles del mar, lo que permitirá fortalecer la actividad turística en zonas emblemáticas como el Centro Histórico y Bocagrande.
¿Se necesitan más proyectos?
Los proyectos de protección costera desempeñan un papel fundamental en la lucha contra los efectos del cambio climático y la preservación de los ecosistemas marinos y terrestres. En regiones vulnerables como Cartagena, donde la erosión costera y el aumento del nivel del mar amenazan tanto la infraestructura como la biodiversidad, estas obras representan una solución crucial para garantizar la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida de sus habitantes.
La erosión costera, exacerbada por actividades humanas como la urbanización descontrolada y el cambio climático, provoca la pérdida progresiva de playas, manglares y dunas. Estos ecosistemas no solo son barreras naturales que protegen la línea costera contra tormentas y marejadas, también son hábitats vitales para numerosas especies de flora y fauna. La degradación de estos espacios genera un efecto dominó que afecta a la biodiversidad y los medios de vida que dependen de ella, como la pesca y el turismo.
En este contexto, las estructuras como espolones, rompeolas y diques cumplen una función clave al minimizar el impacto de las olas y reducir la pérdida de terreno. Además, ayudan a estabilizar las playas, permitiendo la regeneración natural de los ecosistemas costeros y mitigando los efectos de inundaciones recurrentes que afectan a comunidades vulnerables.
A nivel global, este tipo de proyectos son esenciales para combatir el aumento del nivel del mar, que aceleró en las últimas décadas debido al derretimiento de los polos y el calentamiento global. Al proteger áreas urbanas y ecosistemas costeros, estas iniciativas no solo preservan recursos naturales, también contribuyen al desarrollo sostenible de las comunidades que dependen de ellos.
En el caso de Cartagena, la reactivación de las obras de protección costera busca salvaguardar la infraestructura urbana, al tiempo que fortalecer la resiliencia ambiental, asegurando un equilibrio entre desarrollo y conservación.