En un año marcado por tensiones políticas y desafíos estructurales, el presidente de la Corte Constitucional reflexionó sobre el papel de esta institución en la preservación de la democracia y la defensa de los derechos fundamentales. Tal como lo expresó José Fernando Reyes en entrevista con El Colombiano, a pesar de las críticas y el entorno polémico que acompañan sus decisiones, subrayó que la Corte ha mantenido una línea consistente de trabajo en defensa de la institucionalidad.
El magistrado destacó que este año no fue una excepción en términos de controversia. Recordó que la Corte históricamente ha sido protagonista de grandes debates nacionales, como ocurrió durante la discusión sobre la segunda reelección presidencial en el gobierno de Álvaro Uribe o en decisiones que impactaron el sector financiero, como las relacionadas con las hipotecas. Este año, explicó, el organismo volvió a estar en el epicentro del debate, cumpliendo su papel de emitir fallos transformadores y disruptivos, aunque a menudo polémicos.
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En cuanto a las tensiones específicas con el presidente Gustavo Petro, el magistrado reconoció el derecho del mandatario a disentir de las decisiones judiciales y expresar sus opiniones. Sin embargo, señaló que algunas de las manifestaciones del presidente, como las amenazas de recortar presupuestos o congelar salarios de los magistrados, sobrepasaron los límites del desacuerdo legítimo y adquirieron una connotación preocupante. Estas declaraciones, relacionadas con una sentencia sobre las regalías petroleras, fueron percibidas como un intento de presión hacia el alto tribunal.
“Como representante de la máxima autoridad del país hubo ciertamente algún momento en el que esto pudo haber sido extravasado, como cuando nos señaló que no solo recortaría nuestros presupuestos, sino que tampoco habría aumento de salarios para los magistrados de las altas cortes debido a la sentencia relacionada con la reducibilidad o no de las regalías petroleras”, señaló.
Defensa de la institucionalidad
El presidente de la Corte subrayó que su labor como magistrado se ha enfocado siempre en la defensa de la institucionalidad y del estado constitucional de derecho. Resaltó la importancia de esta postura firme en un contexto de creciente polarización y riesgo para el equilibrio de poderes. En sus palabras, la protección de la Constitución debe realizarse con convicción y contundencia, ya que representa la única barrera contra la arbitrariedad y el desmoronamiento del tejido social.
“Yo soy juez de carrera hace más de 30 años y digamos que eso también forja carácter y hace entender que es necesaria cierta actitud fuerte y decidida para defender lo que al final ha mantenido en relativa paz esta nación que es la institucionalidad y eso es lo que yo he hecho toda la vida y lo hago con voz fuerte y lo hago con voz decidida, porque la defensa del estado constitucional de derecho tiene que hacerse con letras mayúsculas y con voz alta porque es al final lo único que nos defiende de la arbitrariedad y del colapso social que puede significar echar abajo la Constitución”, expuso.
Retos en salud y género para el 2025
De cara al próximo año, el magistrado anunció que la Corte dará prioridad a problemáticas urgentes como la crisis del sistema de salud, marcado por el desabastecimiento de medicamentos y el colapso en el flujo de recursos. Subrayó que el deterioro del sector está afectando gravemente la vida de los colombianos, incluso de quienes anteriormente tenían condiciones controladas.
Además, la agenda de género será un tema central. La Corte continuará su trabajo en la lucha contra la discriminación y las múltiples formas de violencia que enfrentan las mujeres en Colombia. Este año, el tribunal emitió importantes fallos en temas como la protección de mujeres afectadas por el conflicto armado, rebajas en las semanas de cotización para las mujeres, y casos de despidos discriminatorios, incluidos aquellos hacia mujeres trans.
Balance del 2024: desafíos y logros
El magistrado consideró que uno de los mayores logros de la Corte este año ha sido su enfoque en sentencias que abordan la violencia de género y la discriminación. Estas decisiones reflejan el compromiso del tribunal con los sectores más vulnerables y su intención de sentar precedentes transformadores.
Sin embargo, también reconoció que la institución enfrentó múltiples desafíos, desde debates relacionados con temas económicos y sociales, como las regalías y el sistema tributario, hasta tensiones con otros poderes del Estado. A pesar de ello, expresó confianza en la capacidad de la Corte para seguir siendo un pilar fundamental de la democracia colombiana.
Habló de la salud como tema preponderante en la agenda nacional: “Uno de los temas que vamos a poner es el relacionado con la salud. ¿Por qué? Porque el desabastecimiento está generando un terrible problema en el sector, el flujo de recursos está provocando un colapso del sistema, y la forma en que está funcionando es terriblemente preocupante. Muchas personas se están muriendo, incluso quienes tenían sus problemas de salud más o menos controlados. El sistema de salud nunca ha sido algo digno de mostrar, pero últimamente parece que está ofreciendo particulares conflictividades”.
El magistrado concluyó con un llamado a fortalecer la institucionalidad y a buscar soluciones a largo plazo para los problemas estructurales del país. Enfatizó que el trabajo de la Corte es esencial no solo para garantizar los derechos fundamentales, sino también para mantener la estabilidad democrática en tiempos de incertidumbre.
En un contexto complejo, la Corte Constitucional se perfila como una institución clave para el debate público y la defensa del estado de derecho en Colombia, enfrentando con decisión los retos que plantea un país en constante transformación.