En 2024, los habitantes de Bogotá vieron su movilidad gravemente afectada por una serie de bloqueos en el sistema de transporte público Transmilenio, que acumularon un total de 1.019 horas de interrupciones, equivalentes a 42 días completos.
Según denunció el concejal Daniel Briceño, estos bloqueos, que alcanzaron la cifra de 339 durante el año, generaron un impacto significativo en la vida cotidiana de los ciudadanos, que dependen de este sistema para sus desplazamientos diarios.
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De acuerdo con el análisis presentado por Briceño, los bloqueos se distribuyeron en 145 movilizaciones, 136 plantones y 58 eventos masivos, afectando principalmente las troncales más importantes de la ciudad.
La troncal NQS fue la más perjudicada, con 91 bloqueos, seguida por la Calle 26, que registró 78 interrupciones, y la Carrera Séptima, con 43. Las estaciones más afectadas fueron Campín-Universidad Antonio Nariño, con 30 bloqueos; Universidad Nacional, con 24; y Museo Nacional, con 21.
El informe también destacó patrones preocupantes en la distribución temporal de los bloqueos. Según el reporte, junio fue el mes más crítico, con 52 interrupciones, seguido por noviembre, con 41, y abril, con 33.
En cuanto a los días de la semana, los miércoles fueron los más problemáticos, con un total de 71 bloqueos. Además, el horario más frecuente de estas interrupciones fue entre las 5:00 p. m. y las 6:00 p. m., coincidiendo con la hora pico, lo que agravó aún más el impacto en los usuarios.
El concejal Briceño destacó que la duración promedio de cada bloqueo superó las tres horas, lo que, según él, evidencia una “crisis de autoridad” en la ciudad.
“No podemos seguir permitiendo que cada bloqueo dure más de tres horas y afecte a miles de ciudadanos. Es hora de fortalecer los protocolos de atención a estas situaciones”, afirmó Briceño, que hizo un llamado urgente a revisar las estrategias de respuesta ante manifestaciones y eventos que interrumpen el servicio.
Además de las afectaciones en el sistema de Transmilenio, el informe reveló que entre 2023 y 2024 se registraron 373 bloqueos adicionales en vías fuera del sistema de transporte público, lo que generó un total de 846 horas de retrasos para los vehículos particulares. Este panorama refleja una problemática de movilidad que trasciende el transporte masivo y afecta a toda la ciudad.
Las causas de los bloqueos incluyen protestas, plantones y la realización de eventos masivos, que colapsaron la operación de Transmilenio y generado pérdidas significativas de tiempo para los ciudadanos. Según Briceño, estas interrupciones afectan a cientos de miles de personas que dependen del transporte público para sus actividades diarias, lo que pone de manifiesto la necesidad de buscar soluciones estructurales para garantizar una movilidad eficiente en la capital.
El impacto de los bloqueos no solo se mide en términos de tiempo perdido, también en la calidad de vida de los bogotanos, que enfrentan retrasos constantes y dificultades para llegar a sus destinos. La situación también tiene implicaciones económicas, ya que las interrupciones prolongadas afectan la productividad y generan costos adicionales para los usuarios.
El concejal enfatizó que la solución a esta problemática requiere un enfoque integral que incluya el fortalecimiento de los protocolos de atención a manifestaciones, así como medidas preventivas para evitar que los bloqueos se prolonguen durante horas. “Bogotá vive en una crisis de autoridad. Es fundamental garantizar el derecho de los ciudadanos a desplazarse libremente por su ciudad”, concluyó Briceño.
La magnitud del problema pone en evidencia la necesidad de una acción inmediata por parte de las autoridades locales para mitigar los efectos de los bloqueos y garantizar una movilidad más eficiente en Bogotá. Mientras tanto, los ciudadanos continúan enfrentando los desafíos diarios de un sistema de transporte que, en 2024, les hizo perder el equivalente a 42 días completos de sus vidas.