La relación entre lo que comemos y cuánto tiempo vivimos es más estrecha de lo que imaginamos. Mientras algunos alimentos pueden sumar años saludables, otros, como la comida rápida, tienen el efecto contrario. Un estudio liderado por la Universidad de Michigan arrojó luz sobre este tema, revelando el impacto que ciertos alimentos tienen en la duración y calidad de la vida.
El equipo investigador, encabezado por Olivier Jolliet, profesor de ciencias de la salud ambiental, y Katerina Stylianou, que participó como candidata doctoral y becaria postdoctoral, utilizó el Health Nutritional Index (Heni) para medir los efectos de diversos alimentos. Este índice combina datos del Global Burden of Disease para evaluar la carga nutricional de los alimentos y su impacto en la salud humana.
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Los resultados revelaron que algunos alimentos ultraprocesados, como los perros calientes, hamburguesas, gaseosas y papas fritas, pueden acortar significativamente la vida debido a su alto contenido en grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos. Por ejemplo:
- Perro caliente: consumir uno puede restar hasta 36 minutos de vida por sus altos niveles de conservantes, grasas saturadas y sodio.
- Gaseosas: una porción de estas bebidas azucaradas podría reducir la expectativa de vida en 12 minutos, afectando la salud metabólica.
- Hamburguesas: ingerir una hamburguesa podría quitar alrededor de 8 minutos de vida, debido a sus ingredientes poco saludables.
“Nuestros hallazgos demuestran que las sustituciones pequeñas y específicas ofrecen una estrategia factible y poderosa para lograr beneficios significativos para la salud y el medio ambiente sin requerir cambios drásticos en la dieta”, afirmó el doctor Olivier Jolliet.
Por otro lado, el estudio publicado en la revista Nature Food evaluó más de 5.800 alimentos, clasificándolos por su impacto nutricional y ambiental. Este análisis señaló la importancia de incluir alimentos saludables en la dieta, como frutas, verduras, legumbres y granos enteros. Según los hallazgos, sustituir el 10% de las calorías provenientes de carne de res y productos procesados por estos alimentos podría reducir la huella de carbono alimentaria en un tercio y sumar hasta 48 minutos de vida saludable al día.
Entre los alimentos que destacan por sus beneficios se encuentran:
- Nueces y semillas: consumirlas podría añadir 26 minutos de vida, gracias a sus grasas saludables y antioxidantes.
- Frutas: aportan unos 11 minutos adicionales por su contenido en vitaminas y fibra.
- Verduras de hoja verde: sumarían otros 11 minutos, debido a su riqueza en nutrientes esenciales.
- Legumbres: proporcionan aproximadamente 10 minutos más de vida, al ser una fuente excelente de proteínas y fibra.
- Granos enteros: como la avena o el arroz integral, añaden alrededor de 7 minutos, mejorando la salud digestiva y metabólica.
El estudio refuerza la importancia de optar por alimentos frescos y ricos en nutrientes. Aunque disfrutar ocasionalmente de un antojo no es problemático, la ciencia confirma que los cambios pequeños, como sustituir una porción de carne procesada por un plato de legumbres o frutos secos, pueden marcar una gran diferencia en la salud y en la sostenibilidad del planeta.
¿Cómo cuidarse según los expertos?
En una temporada donde las mesas se llenan de buñuelos, natilla, tamales y lechona, la nutricionista y dietista Danna Rodríguez habló con Infobae Colombia sobre cómo disfrutar la comida tradicional sin comprometer la salud. Las fiestas son una oportunidad para compartir, pero también un momento clave para cuidar lo que comemos y cómo lo hacemos.
“La clave no está en eliminar lo que nos gusta, sino en encontrar el balance. Disfrutar de nuestras tradiciones no tiene por qué significar descuidar la salud”, aseguró Rodríguez, que señala la importancia de priorizar alimentos frescos y naturales para equilibrar los excesos típicos de las festividades.
La nutricionista destacó la importancia de controlar las porciones, recordando que las festividades no son una excusa para los excesos, y que probar un poco de todo es más saludable que repetir en exceso un solo plato. También sugirió preparar versiones más saludables de las recetas tradicionales, como unos buñuelos horneados o natilla con menos azúcar, que pueden ser igual de deliciosos sin dejar de cuidar la salud.
Además, Rodríguez enfatizó en la importancia de hidratarse correctamente y limitar el consumo de gaseosas o bebidas azucaradas. “La tradición y la salud no tienen que estar en conflicto”, concluyó Rodríguez. “Con pequeños ajustes podemos disfrutar de nuestra gastronomía colombiana sin sentir culpa y, más importante, sin afectar nuestro bienestar a largo plazo”.