El recaudo tributario en Colombia registró un incremento significativo en noviembre, alcanzando los 25,9 billones de pesos, lo que representa un aumento del 11,6% en comparación con el mismo mes del año anterior, según informó la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).
Este repunte, impulsado principalmente por el impuesto sobre las ventas, que aportó 8,8 billones de pesos y representó el 34% del total, contrasta con la tendencia negativa acumulada en lo que va del año.
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De acuerdo con los datos reportados por la entidad, entre enero y noviembre de 2024, el país recaudó un total de 249,79 billones de pesos, cifra que se encuentra un 5,1 % por debajo de los 263,3 billones de pesos registrados en el mismo periodo de 2023.
Este descenso en los ingresos tributarios ha tenido un impacto directo en las finanzas públicas, llevando al Ministerio de Hacienda a implementar recortes en gastos e inversiones por un monto de 28,4 billones de pesos.
Pese a la caída acumulada, el recaudo tributario como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) se ubicaría en un 19,7%, siempre que la economía colombiana crezca un 2% en el último trimestre del año, como proyectan los analistas, y el PIB supere los 1.200 billones de pesos.
Este cálculo, basado en estimaciones de los expertos y del Gobierno nacional, sugiere que los ingresos tributarios podrían cerrar el año dentro de las metas establecidas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que prevé que para 2024 el recaudo equivalga al 15,3 % del PIB.
La desaceleración en la caída del recaudo es otro aspecto relevante. Entre enero y octubre de 2024, la disminución interanual era del 6,9%, pero al cierre de noviembre esta brecha se redujo a un 5,1%. Este comportamiento refleja una leve recuperación en los ingresos fiscales, aunque insuficiente para revertir la tendencia negativa acumulada durante el año.
En términos de composición, el 84,9% del recaudo total entre enero y noviembre provino de actividades económicas locales, mientras que el 15,1% restante estuvo asociado al comercio exterior, según detalló la Dian. Este desglose resalta la importancia de la actividad económica interna como motor principal de los ingresos tributarios del país.
El impacto de la caída en el recaudo no se limita a los ajustes ya realizados por el Ministerio de Hacienda. El jueves 19 de diciembre, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) estimó que el Gobierno necesitaría un ajuste adicional de aproximadamente 40 billones de pesos en el presupuesto de gastos de este año para cumplir con los compromisos fiscales.
Este escenario plantea desafíos significativos para la administración pública, que deberá equilibrar las necesidades de financiamiento con las restricciones impuestas por la regla fiscal.
En el contexto de América Latina, Colombia, como la cuarta economía de la región, enfrenta presiones económicas derivadas de la disminución en los ingresos tributarios, lo que podría tener implicaciones en áreas clave como la inversión pública y los programas sociales. La evolución del recaudo en los próximos meses será crucial para determinar si el país logra cumplir con las metas fiscales establecidas y estabilizar sus finanzas públicas.
En resumen, aunque el incremento en el recaudo de noviembre ofrece un respiro, el panorama general sigue siendo desafiante. La caída acumulada en 2024, junto con las medidas de ajuste fiscal necesarias, refleja las dificultades que enfrenta Colombia para mantener un equilibrio entre sus ingresos y gastos en un contexto económico complejo.
Colombia enfrenta gasto público mínimo en diciembre por regla fiscal, advierte el Carf
El Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) advirtió que el gasto público del Gobierno en diciembre podría ser significativamente menor al promedio mensual registrado en lo que va del año.
Según explicó Sebastián Betancur, director técnico de la entidad, el presupuesto disponible para el último mes de 2024 sería de apenas 5,4 billones de pesos, una cifra considerablemente inferior a los 26 billones de pesos que se gastaron mensualmente entre enero y noviembre. Este ajuste responde a las exigencias de la regla fiscal, que busca garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
“Entre enero y noviembre, el gasto promedio por mes ha sido de $26 billones de pesos, pero con las metas y las proyecciones que hay actualmente de recaudo tributario, el espacio de gasto para diciembre es de tan solo $5,4 billones”, le dijo Sebastián Betancur a La W.
De acuerdo con lo informado por el Carf, el Gobierno ya implementó un recorte presupuestal de 28,4 billones de pesos este año. Sin embargo, esta medida no sería suficiente para cumplir con las metas fiscales establecidas. Además, el panorama para 2025 también se presenta desafiante, ya que se proyecta que el recorte necesario en el presupuesto alcance los 52 billones de pesos.
Según detalló Betancur en declaraciones a La W, el cumplimiento de la regla fiscal no solo es crucial para mantener la estabilidad económica, sino que también envía una señal positiva a los agentes económicos sobre la capacidad del país para gestionar su deuda.
El director técnico del Carf atribuyó la actual situación fiscal a una combinación de factores estructurales y coyunturales. Por un lado, señaló que la pandemia de Covid-19 tuvo un impacto significativo en las finanzas públicas, tanto en Colombia como a nivel global, al incrementar los niveles de deuda pública. Por otro lado, el aumento en las tasas de interés ha elevado los costos asociados al servicio de la deuda, lo que ha presionado aún más los presupuestos nacionales.
“Es cierto que la deuda pública en la pandemia en Colombia y en el mundo entero se incrementó de manera importante. Es cierto que la factura de pago de intereses en Colombia y en el mundo entero se ha aumentado de manera significativa. Es cierto que eso afecta los agregados fiscales de gasto total que hace el país”, añadió Betancur.
El directivo también hizo énfasis en las limitaciones estructurales del gasto público en Colombia. Según el informe presentado por el Carf al Congreso, aproximadamente el 84% del gasto público entre 2019 y 2023 ha sido inflexible, lo que significa que está comprometido en áreas que no permiten ajustes significativos. Este nivel de rigidez dificulta la capacidad del Gobierno para realizar recortes presupuestales sin afectar sectores esenciales.
Desde el Comité se enfatizó que, aunque las medidas de ajuste son necesarias, también es fundamental que el Gobierno comunique de manera clara y transparente sus planes financieros para los próximos años. Esto incluye detallar cómo se espera manejar el déficit fiscal y qué estrategias se implementarán para aumentar los ingresos tributarios sin comprometer el crecimiento económico.