En más de una ocasión, el presidente Gustavo Petro ha cuestionado, rechazado y advertido sobre las consecuencias del hundimiento de la reforma tributaria, calificada por el Gobierno como una ley de financiamiento, que pretendía llenar un vacío en el Presupuesto General de la Nación. Entre los múltiples cambios que buscaba hacer la iniciativa, estaba el alivio tarifario en materia de servicio de energía, debido a los altos costos que se evidencian en los recibos y las deudas que acumularon los ciudadanos.
“De manera excepcional y exclusivamente durante la vigencia fiscal 2025, la Nación podrá reconocer como deuda pública los saldos adeudados por los usuarios regulados del servicio público domiciliario de energía eléctrica en los estratos 1, 2 y 3 (...). Las obligaciones podrán ser pagadas con bonos u otros títulos de deuda pública. El Gobierno Nacional reglamentará la materia”, detalla el proyecto que se cayó por decisión de las comisiones económicas del Congreso.
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Según explicó a La República Andrés Felipe Gallegos, analista de investigaciones económicas de Corficolombiana, el pago de la opción tarifaria habría ayudado a reducir el cobro en las facturas por consumo de energía en el Caribe entre un 8% y un 30%.
Desde el Uribe (La Guajira), donde se llevó a cabo el lanzamiento de 80 comunidades energéticas, el presidente Gustavo Petro aseguró que los congresistas que permitieron el archivo del proyecto son responsables de impedir que el Gobierno nacional asumiera la deuda que surgió en la época en la que llegó el covid-19 a Colombia, bajo la administración del expresidente Iván Duque. Para entonces, el ex jefe de Estado tuvo que detener el crecimiento de las tarifas.
“No le dijo a los colombianos que eso iba contra las utilidades de las empresas generadoras, sino contra el bolsillo de los usuarios, que simplemente quedaban endeudados y había que pagar ahora la deuda, cada familia (...). Nosotros dijimos: el Gobierno asume la deuda (...). ¿Qué hizo la clase política de la región Caribe? Hundió el proyecto”, aseveró el primer mandatario en el evento.
Cuestionó el hecho de que los representantes que fueron elegidos por la ciudadanía tomen decisiones desde el Congreso que, al parecer, la estarían perjudicando. Además, señaló directamente al presidente del Senado de haber impedido que los ciudadanos de Barranquilla tuvieran un alivio importante en el pago de sus facturas de energía al tumbar el artículo de la iniciativa que pretendía determinar la nueva forma de pago de las deudas.
“El jefe de esa banda se llama Efraín Cepeda, presidente del Senado de la República. ¿Qué le puede decir el señor Cepeda Efraín al pueblo barranquillero?”, preguntó Petro, cuestionando, además, si hubo o no compra de votos en las campañas de los congresistas que ahora ocupan curules en el Senado y en la Cámara de Representantes.
En todo caso, insistió en que al Gobierno se le dificulta trabajar de manera mancomunada con políticos que se ponen a este tipo de iniciativas: “Pues con una clase política así, suicida, que vota contra su propio pueblo, no se puede construir el inmediato futuro de esta región”, precisó.
No es la primera vez que el presidente critica a Cepeda por su falta de respaldo a la reforma tributaria. De hecho, desde un inicio el servidor público informó que no apoyaría con su voto la ley de financiamiento, debido a que representaba un peligro para el país en materia económica, debido a lo bajo recaudo fiscal que se ha identificado en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).
“Mi voto será negativo porque me parece un círculo vicio aprobar una reforma tributaria cuando el recaudo tributario cae, cuando la inversión privada tiene hostilidades al interior de Gobierno Nacional. Lo que tenemos que hacer es atraer la inversión privada que generalmente es un 40 por ciento de un plan de desarrollo, entre 35 y el 40, y atrayendo la inversión privada, pues tendremos más utilidades empresariales y con las utilidades tendremos mayor recaudo tributario y mayor crecimiento económico”, explicó en el XXI Congreso Nacional de Infraestructura.
Su posición habría puesto en “extremo riego económico” a Colombia, según Gustavo Petro, que aseguró que la iniciativa no iba a generar ningún daño a los colombianos, sino que, más bien, traería alivios y ayudas.